Miguel Barcala, cuyo poemario ha sido objeto de todo tipo de críticas, asegura que su libro a Miguel Hernández "le gustaría, y muchísimo, ya que ha sido escrito de un poeta a otro, con cariño y respeto y porque lo admiro, a pesar de ser de izquierdas". Todavía no se explica cómo "se ha armado algo tan increíble" con su libro ya que "hace unos días iba mendigando ayuda a la Prensa y hoy no me dejan vivir". No le hace gracia ser fotografiado ya que cree que es "peligroso" y recuerda en tal sentido la agresión sufrida por el periodista, Hermann Tesch; estamos como en el año 36".

Sobre las alusiones en su libro a políticos en activo dice que "un poeta si no es sincero no le sale buena poesía". Su libro, señala, "es un homenaje a un maravilloso poeta aunque no era de mi ideología; era recto y siempre defendió sus ideas". Tras la Guerra Civil, opina, a Miguel Hernández "la izquierda lo abandonó y los falangistas y gente de derechas sí le ayudaron, como Juan Bellod o el obispo Almarcha". Reitera que el coste de su poemario lo ha sufragado con su dinero y que el Ayuntamiento de Orihuela no ha comprado ningún ejemplar. Ha regalado 450 libros a dos centros escolares de Callosa, a cinco de Orihuela y a seis o siete de Torrevieja. También 130 al Casino de Orihuela.