Orihuela es desde ayer, y de una vez por todas, un "municipio de gran población", o una "gran ciudad", que suena mejor. Las Cortes Valencianas aprobaron por unanimidad de los grupos parlamentarios con representación -PP, PSOE, IU y Compromís- la ley que otorga "a la capital de la Vega Baja" -según se refiere a la ciudad en la nota de prensa del Consell- el Régimen de Organización de los Municipios de Gran Población, lo que supone un "plus" que el equipo de gobierno deberá ahora administrar. Se une así Orihuela a siete localidades más de la Comunidad Valenciana que cuentan ya con este rango (en la provincia tan sólo Elche y Torrevieja, además de Alicante), y sigue la estela de Torrent y Gandia, que lograron este rango durante el pasado mes de mayo.

A propuesta del PP, los otros dos grupos acordaron conceder este nuevo estatus a Orihuela, que cumple con el requisito de tener más de 75.000 habitantes (concretamente 86.000, el 41 por ciento, extranjeros) y que fue ensalzada en el foro parlamentario "por su historia, economía, cultura y actividad social", según el conseller de Solidaridad y Ciudadanía, Rafael Blasco, quien también subrayó "su relevancia histórica como capital diocesana desde 1564 y como capital del Reino de Valencia en el siglo XVIII".

El punto del orden del día se redujo a una intervención por cada uno de los grupos políticos, fue introducido por el conseller Blasco y cerrado por el diputado autonómico popular, además de oriolano, Andrés Ballester y gran protagonista de este acto. Desde el interior del hemiciclo, sobre un espacio habilitado para los periodistas, siguió el debate una amplia representación de la corporación local con concejales del PSOE, Los Verdes y Centro Liberal Renovador, además de miembros del equipo de gobierno, del PP. Nadie quería perderse una ocasión tan relevante para la historia de Orihuela.

Un proceso de años

Les Corts sellaron ayer con la votación a favor de 75 miembros del pleno que estaban en la sala un proceso que se ha dilatado en el tiempo desde hace dos años, cuando en febrero de 2008 el pleno del Ayuntamiento acordó elevar a la Generalitat Valenciana la petición para acogerse al régimen de gran población. El expediente se ha tramitado con gran lentitud por causas que no se han explicado nunca.

Portavoces

La socialista Dolores Gay, en su intervención, mostró su deseo de que esta ley suponga que lleguen las inversiones necesarias a la localidad y reclamó que "se consiga hacer de Orihuela una gran ciudad para los ciudadanos". Terminó su intervención con unos versos del poeta oriolano Miguel Hernández sobre el amor a la tierra.

Por su parte, la diputada de Compromís Mireia Mollà reclamó una "auténtica voluntad política" para que Orihuela no sea una ciudad "conformista, sino una verdadera gran Orihuela", por lo que hace falta un mayor compromiso y una mayor inversión para que no se quede en "una vacía ciudad grande".

Por último, la diputada de Esquerra Unida Marina Albiol ha reclamado que el municipio de Orihuela no se quede en una gran ciudad "sobre el papel" por sufrir una marginación en las inversiones.