El PSOE informó ayer que la expulsión de Manuel Vera como militante ya es definitiva; es decir, no existe vinculación ni motivo alguno para que se siga aferrando al cargo de portavoz del grupo municipal socialista, lo que le es aún posible gracias al respaldo de tres concejalas afines. De hecho, nadie puede obligar a Vera a dejar el cargo porque tiene la mayoría en el grupo municipal socialista, un partido que ya no le quiere. Esta situación deja en minoría al resto del grupo municipal del PSOE, que ahora lidera Miguel Seva, junto a otros dos ediles (cuatro contra tres) y que ni tan siquiera tiene un lugar para dar una rueda de Prensa, según denunció éste el pasado miércoles.

El edil expulsado, al parecer, aún no ha recibido la notificación, que le llegará por carta certificada a su domicilio con acuse de recibo. En ella, que reproduce este diario, se acuerda la medida por "actos de indisciplina reiterada (...) en contra de acuerdos expresamente adoptados por los órganos de dirección" y por la "supuesta existencia de actuaciones gravemente irregulares".

Trama

De hecho, Vera ayer dio una rueda de prensa para puntualizar a Seva sin realizar referencia alguna a este asunto de su expulsión. En la misma volvió a asegurar que es víctima de "una trama conspirativa" y que Seva está en connivencia con los otros dos grupos municipales de la oposición -LV e IU- y que nunca le ha prohibido dar ruedas de prensa en el grupo socialista.

Según explicó ayer un responsable de la dirección del partido en Valencia, la decisión se acuerda después de cumplirse el plazo legal para el recurso sin que éste haya presentado alegaciones contra el expediente de expulsión. Es decir, pese a que Vera aseguró que recurriría hasta llegar a los juzgados no ha presentado argumento alguno en su defensa ante el órgano que ha acordado su expulsión, según la misma fuente. Ahora bien, Vera podría apelar a un ulterior recurso de carácter extraordinario ante el Comité Federal de Derechos y Garantías. Las mismas fuentes consideraron muy poco probable que lo haga y, consecuentemente, que llegase a prosperar el mismo ante la situación vivida en el último mes, con constantes descalificaciones e insultos hacia los cargos orgánicos del PSOE; especialmente, hacia el secretario general en Torrevieja, Ángel Sáez; y el secretario provincial de Organización, Federico Buyolo. En varias ruedas de prensa, Vera se ha dedicado a defenderse y ha llegado a utilizar expresiones como "golfos y golfas" para referirse a personas que ocupan cargos de responsabilidad en el PSOE.

Fiscalización

Como se recordará, entre los argumentos esgrimidos por la Ejecutiva local del PSOE para llevar su supuesta indisciplina a Madrid, a través de una denuncia para que se le abriera expediente de expulsión, se encuentra el hecho de que no ha seguido las directrices del partido en lo que se refiere al control y fiscalización de la gestión del Partido Popular en Torrevieja.

Sáez se negó ayer a realizar valoración alguna sobre esta decisión, mientras que Buyolo no contestó a las llamadas de este diario. Lo cierto y verdad es que la dirección provincial del PSOE se decantó hace meses por Sáez para dirigir el rumbo del PSOE habida cuenta del excelente resultado que logró en las primarias.