Exactamente 825 personas se apearon ayer del Tren Republicano en la Estación Intermodal de Orihuela. Les esperaban "en tierra" más de un millar de vecinos de la ciudad y llegados de toda la Vega Baja, además de Murcia y Cartagena, con quienes recorrieron las calles de la ciudad con un doble objetivo: Por un lado, poner de manifiesto su reivindicación para que se instaure la tercera república en España, y por el otro recordar y homenajear al que es uno de sus referentes más universales, el poeta Miguel Hernández, cuyo Centenario se está celebrando este año.

Los viajeros de Castellón habían salido a las 6.55 horas de la mañana y llegaron a Orihuela cerca de las 12 cargados con banderas y coreando proclamas como "Lo llaman democracia y no lo es" o "No hay dos sin tres, república otra vez". La manifestación partió de la misma estación, se detuvo en la casa museo de Miguel Hernández y siguió su camino hasta la Glorieta Gabriel Miró, donde se leyó un manifiesto. Durante el recorrido los manifestantes tuvieron que cruzar vías que aún conservan nombres franquistas, como la calle José Antonio, pero según contaron miembros de la organización en tono humorístico se eludieron conscientemente otras, como Antonio Pinies (que recuerda al fundador de La Falange en Orihuela, curiosamente la calle en la que se ubicó la casa natal del poeta), porque alguno decía "¡yo por ahí no paso!".

En algunos tramos se cruzaron con vecinos que se manifestaron contra sus ideas y les criticaron, aunque en otros, concretamente en la calle de Arriba (junto a la casa museo del poeta y en pleno Entorno Hernandiano), salieron mujeres al balcón dando ánimos y gritando "¡Yo también soy roja, yo también quiero a Miguel!" al paso de las banderas republicanas. Fue, según algunos participantes, uno de los momentos más emotivos de la marcha, por la espontaneidad del gesto de las vecinas.

En el interior de la casa en la que vivió Miguel Hernández Amparo Pérez, miembro del Ateneo Sociocultural Viento del Pueblo, leyó un manifiesto que recordó brevemente la vida del poeta, quien "estuvo en el frente, era comunista y republicano y quiso volver a Orihuela tras la Guerra Civil porque aquí estaba su familia, pero le denunciaron, le detuvieron y pagó con la cárcel, de la que pudo haber salido pero en la que decidió morir por sus ideales".

La Coordinadora del País Valencià per la República organizó por tercer año este "Tren Republicano", que en 2009 realizó el viaje en sentido contrario (de Orihuela a Castellón). Este año la última parada de la manifestación fue en la Glorieta, donde Enrique Cerdán Tato (asociación de Víctimas del Franquismo) y el miembro más joven de la Coordinadora (con tan solo 15 años) leyeron en castellano y en valenciano un segundo manifiesto -esta vez de contenido político- que reivindicó la tercera república "para que el pueblo tenga más capacidad de pronunciarse ante situaciones como el "decretazo" del 5% de bajada de sueldos de los funcionarios o el caso del juez Garzón", según resumió Amparo Pérez.