Las principales desalinizadoras que abastecen a la provincia de Alicante para el consumo humano funcionan a medio gas durante este verano, según confirmaron fuentes cercanas a la Mancomunidad de Canales del Taibilla (MCT), organismo que gestiona estas instalaciones. En una situación impensable hace tan solo unos años, la Mancomunidad ha decidido cerrar el grifo de la producción de agua desalada de forma puntual en las principales plantas que abastecen al sur de la provincia de Alicante, las de San Pedro del Pinatar I y II, con capacidad para producir 24 hectómetros cúbicos al año. Y para ello se han sumado varios factores desencadenantes.

En primer lugar un año hidrológico con unos registros de precipitaciones de histórico, lo que ha dotado a la cuenca del Segura, que abarca Murcia, una pequeña parte de Albacete, Almería y la mayoría de municipios de la provincia de Alicante, de unos recursos propios muy superiores a los de otros años para afrontar el abastecimiento.

En segundo lugar, esas mismas precipitaciones, también han permitido que la dotación "normal" del Trasvase Tajo- Segura, que cubre la mitad de la demanda de agua en la Cuenca, estuviera garantizada.

Además, la MCT se ha enfrentado en los últimos años al rechazo total de los municipios al aumento de precios de suministro. La decisión de dejar a "medio gas" la producción de las desalinizadoras permite, al menos, mantener esos precios o que no se disparen. Los recursos naturales del Taibilla no le cuestan nada a la MCT, traer el agua del Tajo-Segura se sitúa en torno a los 0,23 céntimos por metro cúbico, mientras que la producción de un metro cúbico de agua desalinizada se dispara hasta los 0,50 céntimos. Que la red reciba menos caudales de esta última fuente permite no repercutir un mayor gasto a los consumidores.

Por último, la crisis económica ha ayudado, aunque en menor medida, a estabilizar la demanda de agua para consumo humano que se sitúa en torno a 255 hectómetros anuales -para toda la Cuenca-. Un equilibrio en la demanda que nadie vaticinaba hasta hace unos años en pleno debate político sobre los recursos necesarios para garantizar el futuro económico de la provincia. Pero los proyectos urbanísticos se han paralizado casi en seco y hay que recordar que ese consumo de "agua de boca" incluye el que se realiza para el llenado de piscinas y el riego de jardines privados. De los citados 255 hectómetros, según las mismas fuentes, el 50% llega del Trasvase Tajo-Segura, otro 25% lo dota la desalinización y otro tanto los recursos propios de la Cuenca.

Labores de mantenimiento

En estos momentos San Pedro I produce al cien por cien de su capacidad, pero los técnicos han aprovechado las circunstancias para mantener San Pedro II "en labores de mantenimiento".