La prostitución, incluso en tiempos de crisis, sigue siendo un negocio muy lucrativo, tanto que las mafias organizadas tienen problemas para blanquear el dinero que obtienen con la explotación de mujeres. Así lo entiende el Cuerpo nacional de Policía que acaba de cerrar una operación a nivel nacional en el que se ha descubierto un entramado de 35 sociedad, cinco clubes de alterne (uno en Orihuela) y se han intervenido decenas de armas, así como 90.000 euros en efectivo. En la Vega Baja se han realizado tres registros en relación con esta compleja investigación, que nació en Santander, y han sido identificadas 33 mujeres de las 71 de todo el territorio nacional que eran obligadas a prostituirse.

La banda pretendía abrir un sexto establecimiento en Albacete y se mantenían ocultos a la vigilancia policial por su actividad en el mundo inmobiliario. "El cabecilla era conocido por sus contactos en todos los estamentos sociales", destaca Interior en un comunicado.

Drogas

La Policía destaca cómo a las muchachas se las introducía en el mundo de las drogas, "como medio de control de su actividad" y para anularlas, "creando dependencia para poder manejarlas con menor resistencia". Además, las intimidaban con las armas de fuego que han sido incautadas.

La coordinación policial ha sido fundamental para desarticular esta banda y hasta el momento se han practicado 31 detenciones por delitos de trata de seres humanos, prostitución, asociación ilícita y falsedad documental. Diez de estas detenciones han sido en la provincia. Nueve mujeres han sido detenidas por infracción de la Ley de Extranjería (tres en Orihuela). La Policía ha bloqueado cuentas corrientes y cerrado las sociedades que se abrieron por esta banda para blanquear el dinero, "lo que permitirá asegurar las responsabilidades pecuniarias a que hubiera lugar, así como al resarcimiento de las víctimas".