Con los primeros rayos de sol de la mañana centenares de personas se echaron a las calles de Guardamar del Segura para ser testigos de la tradición que conmemora la llegada de la Virgen del Rosario al municipio.

Cuenta la historia de la localidad que en el año 1610 un barco de origen genovés encalló en la costa de Guardamar y que fue su capitán quien regaló a sus habitantes la imagen de una Virgen que portaba y que hasta la fecha de hoy ha sido su patrona.

La puesta en escena comenzó pasadas las siete de la mañana cuando un grupo de actores perfectamente engalanados con ropajes de la época se concentraron en la plaza de iglesia para transmitir a los allí congregados la noticia del accidente que había sufrido un barco en sus aguas.

Un incidente que según cuenta la leyenda hizo que el capitán del barco se encomendara a la Virgen del Rosario y prometiera que si lograba desencallar y seguir navegando con su barco, regalaría la talla de esta santa que portaba en su embarcación a los habitantes del municipio.

Así, actores y vecinos pusieron rumbo a la playa de Babilonia acompañados por el ritmo de una banda musical donde se encontraba la recreación del barco que quedó varado para presenciar la puesta en escena. La curiosa representación finalizó acorde a la tradición entre vítores y aplausos y los vecinos de la localidad volvieron al templo portando a hombros la imagen de la Virgen que finalmente fue coronada como su patrona.