El río Segura sufrió ayer una nueva mortandad de peces. Esta vez en el término municipal de Orihuela, concretamente entre el casco urbano -el puente de Ociopía- y el Sifón de la Pedrera, donde varios cientos de ejemplares de carpas aparecieron muertas. Trabajadores de la Comisaría de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), tanto guardias fluviales como técnicos del área de calidad de aguas, tomaron muestras de peces y del río para su posterior analítica y que determine la causa de la mortandad. Al cierre de esta edición la investigación continuaba abierta.

Según explicó a este periódico el comisario de Aguas de la CHS, Manuel Aldeguer, la primeras hipótesis apunta a que la muerte de los peces se debe a un vertido puntual que se sospecha fue arrojado al cauce público por la noche, para evitar sospechas, desde alguna fabrica de transformación de productos agrícolas.

Cuba

La posibilidad de que un camión cuba de traslado de residuos líquidos haya sido la causante de los hechos prácticamente está descartada. La alarma surgió a primeras horas de ayer cuando un vecino cercano al cauce del río segura detectó peces muertos y que las aguas del Segura y del Merancho de Giles presentaban un color rojizo. A continuación dio parte a la CHS. Este acueducto recoge el agua de la margen izquierda del río Segura, en la Vega Media, por lo que se cree en principio que alguna industria de esta zona ha sido la causante del vertido contaminante sin depurar.

Hay que resaltar que hace unos días también se produjo otra muerte masiva en el río Segura, concretamente de carpas y mújoles en la desembocadura en Guardamar.