Olvidadas por la crisis en una rotonda. Decenas de prostitutas ejercen de sol a sol en las calles de la ciudad de Torrevieja. Son chicas jóvenes, en su mayoría procedentes de países africanos y del este europeo, que esperan semidesnudas la llegada de clientes para ofrecer sus servicios sexuales. Hasta hace pocos meses contaban con la ayuda de programas desarrollados por trabajadoras sociales y psicólogas dirigidos exclusivamente a ellas, pero la crisis económica también ha pasado factura a uno de los colectivos más vulnerables y, hoy por hoy, ninguna administración financia programas que velen por la integridad de las meretrices.

La llegada de cualquier turista a la ciudad torrevejense está condicionada por la obligatoriedad de presenciar espectáculos no aptos para menores. Las rotondas de la CV-95 y de la Vía Parque se han convertido en auténticos escaparates en los que durante las 24 horas del día numerosas trabajadoras del sexo alquilan sus encantos carnales por un puñado de euros. Pueden verse en cualquier rincón de la ciudad. Por el día, resguardándose del sofocante calor bajo sombrillas o bronceándose en silletas de playa. Por la noche, erguidas sobre su par de tacones exagerando poses eróticas en un intento por llamar la atención de posibles clientes.

Proyectos abandonados

Hasta octubre del año pasado, la Asociación de Mujeres de la Noche Buscando el Día (AMUNOD), en colaboración con la Asociación Esperanza y Vida de Torrevieja, prestaban asesoramiento y atención social y laboral al colectivo de prostitutas que ejerce en la ciudad a través de un programa subvencionado por Caja Mediterráneo que llevaba por nombre "Acerca-T". El proyecto, presentado en 2008 desde la concejalía de Bienestar Social de la ciudad, ofrecía un servicio de atención al colectivo de prostitutas para ayudarles, si así lo decidían, a dejar la calle emprendiendo acciones para su reinserción social y laboral.

Asimismo, desde la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana se desarrolló entre 2005 y 2009 el Programa de Reducción de Riesgos "Prevenbús" cuyo principal cometido fue la prevención de la transmisión del VIH y otras enfermedades infectocontagiosas mediante la distribución de preservativos y otros materiales preventivos entre el colectivo. En el marco de esta iniciativa, una unidad móvil se encargaba de recorrer varias veces por semana los principales puntos frecuentados por las personas que ejercen la prostitución en la calle. Así, una serie de trabajadores sociales se encargaba de realizar chequeos sanitarios a las prostitutas y, en colaboración con el Centro de Información y Prevención del Sida (CIPS), se les ofrecía la posibilidad de trasladarse en autobús cada cierto tiempo al centro del CIPS ubicado en Alicante para realizarles exámenes médicos.

Financiación

Con el estallido de la crisis económica, las administraciones públicas fueron cerrando poco a poco el grifo que financiaba este tipo de programas preventivos. Desde Cruz Roja o Amunod advierten hoy que en el municipio de Torrevieja no existe ningún programa dirigido a este colectivo por la falta de apoyo económico de las administraciones.

Una de las trabajadoras sociales de Amunod asegura que han propuesto al Ayuntamiento de Torrevieja subvencionar un proyecto para desarrollarlo en la ciudad del que ni tan siquiera han recibido contestación. "Si nos llama una chica de este municipio tratamos de acercarnos para ayudarla, pero al no estar presentes allí no podemos llevar a cabo un seguimiento continuado", subraya.

"Nuestra experiencia nos dice que son chicas que no tienen recursos económicos, y es muy raro que se desplacen hasta Alicante para pedirnos ayuda, por eso es muy importante acercarles este tipo de ayuda". Así las cosas, mientras los políticos miren hacia otro lado, las meretrices seguirán a su suerte ejerciendo en las carreteras.