El empresario Ángel Fenoll se acogió ayer a su derecho a no declarar en el juzgado de Primera Instancia 3 de Orihuela (antiguo mixto 3) sobre la investigación del supuesto amaño de la adjudicación en 2008 del Plan Zonal de Residuos de la Vega Baja, una de las piezas desglosadas de la trama Brugal. Fenoll no tardó ni cinco minutos en despachar el trámite de declaración como imputado ante el magistrado Carlos San Martín y los fiscales Anticorrupción, Felipe Briones y Pablo Romero. Hoy se repetirá la misma secuencia rápida con su hijo, Antonio Ángel Fenoll.

Curiosamente el principal imputado en la causa y el fiscal que sostiene el procedimiento, Felipe Briones, coincidieron en una cosa en sus declaraciones ante los periodistas a la salida del juzgado. La investigación de los aspectos fundamentales del Brugal en Orihuela sigue a expensas de una decisión de la sección de Elche de la Audiencia Provincial, que debe dar validez o no la decisión el pasado junio del juez de Orihuela de anular buena parte de las escuchas telefónicas, entre 2007 y 2010, que fueron realizadas por la Policía y son el principal argumento de la investigación para imputar a empresarios y políticos. En este sentido Fenoll dijo que no se puede pronunciar sobre un asunto que no sabe si "vale o no vale, porque tenemos que saber si las cintas están tocadas", aseguró. Además de los pinchazos telefónicos la investigación pone en duda ahora las primeras grabaciones aportadas por el propio empresario en marzo de 2006 al fiscal Anticorrupción y de las que al menos dos peritos han confirmado su manipulación. En el mismo sentido se expresó Briones, quien ha defendido la validez de la actuación policial y los pinchazos telefónicos en los que, entre otras cuestiones, se reflejan los constantes contactos entre Fenoll y otros intermediarios, además de Enrique Ortiz, antes y después de la adjudicación del 3 de enero de 2008 del plan multimillonario -20 millones de euros de canon que iban a abonar todos los municipios de la comarca por la eliminación de sus residuos-. Ese macrovertedero, adjudicado y contratado no se ha levantado, y mientras la mayoría de esos municipios vierten en el basurero de Fenoll.

Era la cuarta comparecencia judicial como imputado a la que Fenoll acudía en cuatro años en relación a la trama de las basuras. Lo hizo durante la primera fase de la Operación Brugal en mayo de 2007. En otra ocasión más tras el desenlace de la investigación en julio de 2010 -cuando las actuaciones eran secretas- y en febrero, ya cuando se había levantado el secreto sumario en relación a la adjudicación de la contrata de las basuras en Orihuela, la otra pieza principal de la investigación. Lo de ayer fue un formalismo. Más de un año después de aquellas detenciones el juez todavía no había dado la oportunidad a los implicados de volver a declarar en relación al asunto del Plan Zonal y lo hizo ayer en el caso de Fenoll, hoy con su hijo y hasta el 1 de diciembre con el resto de imputados, entre otros el expresidente de la Diputación y presidente del PP provincial, José Joaquín Ripoll y el empresario Enrique Ortiz, al que le fue adjudicada la obra del nuevo macrovertedero en enero de 2008, sin que esas obras hayan comenzado.

EL DATO

Ángel Bracho, el ejecutivo de Sufi, en el punto de mira

El próximo 30 de noviembre está previsto que acuda a declarar el ejecutivo de la empresa Sufi, filial de Sacyr, Ángel Bracho en relación a la investigación adjudicación del vertedero de la comarca de la Vega Baja. Sufi acudió con Proambiente, empresa propiedad de Ángel Fenoll a esa adjudicación y perdió en enero de 2008. La Fiscalía cree que la oferta ganadora de Enrique Ortiz pretendía situar su vertedero en el suelo propiedad de Fenoll. Meses después Sufi, junto a dos empresas que la policía cree son tapadera de Fenoll, se adjudicó la recogida de basuras de Orihuela. Bracho ha sido el único implicado del Brugal que en sede judicial y en condición de imputado ha implicado a otros investigados y ha validado, reconociendo conversaciones, las manifestaciones que obtenidas con pinchazos telefónicos realizados por la Policía. D.P.