El Ayuntamiento de Bigastro está al borde de la quiebra, si esa figura existiera en el caso de una administración pública, y no descarta pedir a la Administración central su intervención debido a la imposibilidad de hacer frente a la deuda de más de 31 millones de euros que arrastra. Así lo anunció y aseguró ayer la alcaldesa de la localidad, Charo Bañuls (PP), quien acusó al anterior equipo de gobierno socialista de "falsear" las cuentas públicas y cometer "numerosas irregularidades" que habrían causado el colapso financiero municipal. Para hacer frente a la situación, la regidora anunció el inicio de un draconiano plan de recortes de cara a 2012 que pasará por la privatización de la gran mayoría de servicios, aunque conocedora de que la sombra de la bancarrota planea sobre la administración local, Bañuls admitió que "si no nos queda otra, pediremos la intervención del Ayuntamiento".

La cifra total de la deuda del consistorio de Bigastro la dio a conocer ayer la primer edil tras recibir el informe de una auditoría encargada el pasado junio, cuando la coalición entre el Partido Popular y Unión Popular Liberal y Centrista se hizo con las riendas del Ayuntamiento. El estudio estima la deuda de la administración local en 23.312.000 euros, cifra a la que hay que sumar otros 8 millones más de impagos que se encuentran pendientes de revisión judicial, como por ejemplo una factura de 900.000 euros de la construcción de la piscina climatizada en 2007. La popular admitió que la deuda podría elevarse todavía más porque cada día les llegan notificaciones de nuevos contenciosos que amenazan incluso con embargar bienes municipales. Algo que se explicó ayer por la tarde ante unos docientos vecinos convocados por megafonía desde hace un par de días en el Auditorio Municipal.

Irregularidades

Antes, en rueda de prensa, Bañuls hizo un repaso sobre las presuntas irregularidades que habría cometido el gobierno socialista, liderado en primer lugar por José Joaquín Moya y después por Raúl Valerio Medina. Señaló que el informe hace especial énfasis en la práctica generalizada de emitir pagarés con cargo al Ayuntamiento que no eran atendidos a su vencimiento y que día tras día generan más y más intereses, o los más de 1,5 millones de facturas guardadas en los cajones de ejercicios económicos ya cerrados. Así denunció que se han cargado al erario público nóminas de trabajadores agrónomos que en realidad no trabajaban para el Ayuntamiento o que existían dos sociedades a cargo del consistorio que ni siquiera han pagado el IVA.

"La situación es crítica y muy complicada", valoró la alcaldesa, que añadió que Bigastro ha funcionado en base a "presupuestos que se inflaban en ingresos para gastar mucho más y, aún así, hay facturas sin consignación presupuestaria. El nivel de gasto es insostenible", continuó. Bañuls añadió que en materia de Urbanismo existen planes parciales sin aprobar en los que se ha subastado todo el terreno municipal, y que en los últimos cuatro años se ha vendido 10 millones de patrimonio local de los que se cobró el IVA "y ahora recibimos inspecciones porque no lo pagaron en su día". La regidora anunció que van a pedir "responsabilidades" por toda esta situación, llevando por un lado esta auditoría a la Sindicatura de Cuentas y, por otro, denunciando en los juzgados todas las ilegalidades. Bañuls concluyó que van a pedir ayuda a administraciones públicas como la Diputación porque "no es posible que les retengan el 100% de las transferencias estatales" por las deudas que mantienen con la Seguridad Social y Hacienda, y dijo que harán todo lo posible para no ser intervenidos.

PLAN DE RECORTES

"Vamos a privatizar todos los servicios que podamos de cara a 2012"

"Dicen que Bigastro ofrecía muy buenos servicios, pero ¿a qué precio?" se preguntó ayer la alcaldesa, Charo Bañuls, quien anunció que no les queda otra opción que tratar de equilibrar la balanza de gastos e ingresos, lo cual conllevará que los servicios públicos municipales "serán mínimos". La regidora acusó al exalcalde socialista Raúl Valerio Medina de haber hecho oídos sordos cuando en 2009 ya tenía informes que le instaban a hacer ajustes de plantilla, llevando al Ayuntamiento a la quiebra. Por ello, Bañuls anunció que el presupuesto de 2012 será "muy austero" para un año que vaticinó como "muy duro".

Recordó que desde que se hicieron con el poder, han tomado medidas de ajuste de plantilla, han reducido facturas eléctricas, han cerrado la piscina climatizada o han eliminado la escuela de adultos, pero "aun así con estos ajustes no nos llega. Tendremos que hacer muchos más", predijo. Señaló que el Auditorio de música es "insostenible" y que los clubes y asociaciones se tendrán que financiar por sí mismas, así como que piensan "privatizar todos los servicios" que puedan y tener un control muy riguroso en el cobro de impuestos. "Los ingresos no son tantos como se decía en los presupuestos anteriores y se daban muchísimos servicios, se iba acumulando la deuda pero esto no puede seguir. La deuda la tenemos que pagar todos los ciudadanos".