El concejal de Medio Ambiente de Orihuela, Manuel Culiáñez (Los Verdes), se reunió hace unos días en Valencia para conocer los resultados provisionales y las previsiones de un programa de erradicación del Cactus de Arizona que se está ejecutando desde inicios de 2011 a través de la empresa pública Vaersa. El plan está subvencionado por la Unión Europea y cuesta 900.000 euros para 28 meses, de los que ya se han ejecutado la mitad. Un equipo de ocho escaladores con tirolinas y sistemas de poleas "peinan" la Sierra de Orihuela arrancando con meticulosidad cada cactus, intentando evitar que quede una sola púa o espina en el suelo que pueda hacer rebrotar una nueva planta.

En el marco de estos trabajos se cerró a los escaladores y senderistas la "pared negra" (sobre el túnel de la Nacional 340 a su paso tras el Palmeral de Orihuela). Según le comunicaron a Culiáñez los operarios han acabado tanto en esta zona como en la de Ciudad Jardín, y la apertura de la pared a los escaladores aficionados se abrirá a mediados de marzo porque sólo está pendiente de un informe administrativo.

El concejal valoró que "en principio Conselleria piensa que esta va a ser la solución definitiva porque ha funcionado en otros sitios, pero es evidente que de lo que no se va a librar ninguna administración ni ahora en ni en unos años es de hacer revisiones".

De hecho, se está valorando ampliar los medios en algunas zonas. En los barrancos se utilizarán productos químicos porque son de acceso difícil y tienen muchos recovecos en los que puede quedar algún resot de la planta, y Conselleria está considerando emplear un helicóptero para agilizar el traslado de podas, que está resultando lento con las cestas transportadas con un sistema de cuerdas y poleas. Asimismo, el Ayuntamiento propuso ampliar en alguna persona más el equipo de escaladores.