El equipo de gobierno liderado por el regidor callosino, Javier Pérez (PP), ha impuesto su mayoría absoluta para aprobar la Ordenanza Reguladora de Aparcamiento (ORA), que prevé la instalación de 320 zonas de estacionamiento de pago repartidas entre 22 calles del municipio.

El documento dejó fuera la opción de instaurar zonas de estacionamiento para residentes y los vecinos sólo podrán aparcar sus vehículos sin pasar por caja fuera del horario de la zona azul o en las zonas que el Ayuntamiento prevé dejar como plazas de libre estacionamiento.

El concejal de Tráfico, Gaspar Serrano, volvió a defender que la implantación de esta ordenanza nada tiene que ver con el afán recaudatorio que los dos grupos de la oposición (PSOE e IU) achacan a la adopción de esta medida . "No es una ordenanza para recaudar sino para solucionar el problema de aparcamiento y dinamizar las zonas donde se concentran los principales espacios comerciales del municipio", aseveró el edil popular.

Residentes

Desde la bancada socialista, Francisco Maciá esgrimió que las 320 plazas de aparcamiento de pago "no responden a la dimensión de la ciudad", que ronda los 18.000 habitantes y preguntó a los gobernantes por qué finalmente no se ha contemplado la opción de delimitar zonas para facilitar el aparcamiento a los residentes, una medida que el equipo de gobierno había previsto en el borrador inicial de la ordenanza, y que establecía que los vecinos podrían disponer de una tarjeta de aparcamiento cuyo coste ascendería a 120 euros anuales.

Por su parte, el edil de IU, Manuel Amorós, expuso que la zona azul "no es un asunto demandado por la ciudadanía". Asimismo propuso que el servicio, en vez de ser gestionado por una empresa privada, sea desarrollado por el propio Ayuntamiento.

La exposición de Amorós no sólo fue vapuleada por los gobernantes, sino que el alcalde Javier Pérez llegó a jactarse de que para él no era una medida necesaria simplemente porque "no tiene coche".

Instauración progresiva

La zona azul tendrá un coste de 15 céntimos cada 20 minutos de 10 a 14 horas, y de 17 a 20 horas, de lunes a viernes, mientras que los sábados sólo funcionará en horario matinal. Su implantación será progresiva y comenzará a funcionar en la Avenida de la Constitución y las calles adyacentes, el entorno de la Plaza de Abastos y los alrededores del Consistorio callosino "para ver cuál es la respuesta ciudadana" dijo el edil de Tráfico, quien continuó que la ordenanza contempla un total de 22 calles entre las que hay 682 plazas de aparcamiento, por lo que más de la mitad de ellas quedarían libres . Desechó la opción de que el servicio lo gestione el Ayuntamiento de Callosa de Segura porque su puesta en marcha cuesta unos 200.000 euros.

Así las cosas, los 5 votos en contra de los ediles de la oposición cayeron en saco roto, y la ordenanza quedó desde ayer en exposición pública para la presentación de alegaciones durante 30 días, antes de su aprobación definitiva.