La capilla ardiente de Rosa Mazón Valero, instalada ayer en el salón de plenos del Ayuntamiento de Torrevieja, fue visitada por centenares de vecinos para dar su último adiós a la que fue primera alcaldesa de la ciudad tras la llegada de la democracia, y la única mujer que ha ejercido este cargo en la historia local.

La exalcaldesa falleció a los 86 años en la mañana del sábado en el Hospital C0marcal de Torrevieja, donde permanecía ingresada desde hace unas semanas debido a una complicación de la enfermedad degenerativa que le mantuvo inmovilizada los últimos tres años de su vida.

Mazón está en el recuerdo de muchas familias porque como matrona ayudó a llegar al mundo al menos a dos generaciones de torrevejenses asistidos por esta comadrona que entraba en las casas y se ganaba el corazón de los vecinos, y cuyo peculiar paso por la política local le convirtió en la locomotora que en tiempos difíciles supo asumir y empujar las esperanzas de los torrevejenses.

Vecindario, todos los grupos políticos (PP, PSOE, Alternativa Popular de Torrevieja y Los Verdes) y representantes de las entidades locales han resaltado desde distintas perspectivas los valores de esta mujer. El Ayuntamiento decretó tres días de luto que dieron comienzo en la misma noche del sábado, ondeando las banderas a media asta en los edificios municipales.

Desde la capilla ardiente instalada en el salón de plenos, el cadáver de Rosa Mazón fue trasladado a las cinco de la tarde al templo Arciprestal de la Inmaculada, donde tuvo lugar un funeral de cuerpo insepulto, con la intervención del Orfeón Municipal de Torrevieja Ricardo Lafuente. A la salida del templo, cientos de vecinos dieron su último adiós a Mazón con un caluroso aplauso para arropar a su familia, emplazada junto al féretro cubierto con la bandera torrevejense. Fueron algunos de los miembros del equipo de gobierno, como el alcalde, Eduardo Dolón, o su antecesor Pedro Hernández Mateo quienes portaron después el féretro a hombros desde la calle Caballero de Rodas hasta la calle San Policarpo, en dirección al cementerio municipal.

Singladura política

La dimensión humana de Rosa Mazón siempre estuvo por encima de la política cuya singladura inició encabezando en 1979 la candidatura del PSOE, con la cual obtuvo la Alcaldía por mayoría absoluta y la volvió a repetir en 1983. Presentó su dimisión en 1985 sin acabar su mandato ante las discrepancias surgidas con la dirección comarcal socialista y sus propios compañeros de partido.

Se puso a la cabeza de Candidatura Unida Torrevejense (CUT) y en plena debacle de los socialistas locales se presentó a las elecciones logrando cuatro ediles, que en 1988 se aliaron con Alianza Popular (AP) presentando una moción de censura mediante la cual Pedro Ángel Hernández Mateo se hizo con el gobierno local al encabezar la lista de los populares.

Entre otros logros de su mandato está la tramitación de la variante de Torrevieja, que alejó el tráfico pesado del centro de la ciudad y las bases para convertir a la ciudad en un referente del turismo residencial.