Reacios al cambio porque tienen dudas. Los vecinos de la Avenida Teodomiro de Orihuela no se acaban de fiar de los supuestos beneficios del proyecto de peatonalización de esta zona de la ciudad por miedo a perder calidad de vida. A priori, muchos de ellos se muestran contrarios por el temor a que proliferen bares y pubs nocturnos que perturben su descanso. También por perder plazas de aparcamiento. Abogan porque se haga una remodelación para embellecer Los Andenes y señalan que el dinero se podría destinar a actuaciones más urgentes.

INFORMACIÓN recorrió ayer una de las postales más simbólicas de la ciudad de Orihuela para observar su estado de conservación y sondear la opinión de residentes y visitantes sobre el proyecto que quiere impulsar la edil de Planificación, la socialista Antonia Moreno. De un primer vistazo se puede ver que el pavimento del paseo de Los Andenes está algo deteriorado y presenta infinidad de parches que se han ido poniendo con el paso de los años para sustituir algunas losetas. Asimismo, el mobiliario urbano, especialmente los bancos, también están envejecidos, de igual modo que las columnas decorativas que se extienden por todo el paseo. Las farolas, en cambio, así como el aspecto general de esta zona, presentan una imagen más o menos buena. Numerosos vecinos señalaron ayer que es una de las zonas que más se miman de la ciudad de Orihuela, por lo que no tienen ninguna queja importante a este respecto.

La sensación es que la gran mayoría de vecinos con los que habló este periódico no apuestan por cambiar la fisionomía de este espacio, algo por lo que sí aboga el sector de la hostelería emplazado allí, aunque también tienen dudas. Los dueños de bares y restaurantes valoran positivamente que la calle sea peatonal pero se preguntan dónde aparcarán los coches que vengan expresamente a esta zona a sentarse en sus terrazas. Varios de ellos coincidieron ayer en que si un cliente viene y tarda demasiado en encontrar aparcamiento es muy probable que la próxima vez se lo piensen dos veces y opte por acudir a otro establecimiento.

Por su parte, varios de los vecinos también apuntaron a que las zonas de alrededor se colapsarán de vehículos en busca de aparcamiento y que ellos mismos no podrán llegar en coche hasta sus viviendas, algo que dificultaría actos tan cotidianos como aparcar frente a casa para descargar las bolsas de la compara. ¿Es necesario acometer este proyecto en los tiempos que corren? Esa fue la pregunta que más formularon ayer. Hoy a las 20 horas en La Lonja tendrán la oportunidad de discutir sobre él.