Vecinos de la urbanización Molino Blanco han registrado en el Ayuntamiento distintas denuncias por la actividad que genera a diario la discoteca Vela Beach, situada en la playa de la La Mata, que cada noche congrega una nutrida clientela en un recinto que en buena parte se sitúa al aire libre. El negocio, según recoge la misma documentación, se ha abierto de forma que la terraza exterior está comunicada con el interior a través de una fachada de puertas de cristal correderas que permanecen abiertas durante toda la noche. Según las mismas fuentes, el éxito de este tipo de negocio -vinculado a una familia local de hosteleros- ha sido tan inmediato que también ha generado la edición de un botellón multitudinario en el exterior de la discoteca. Sobre todo durante los fines de semana se dan cita cientos de personas en el paseo de la playa de La Mata y sobre la arena de la misma -competencia de la dirección de Costas-, lo que además provoca que los servicios de limpieza deban emplearse a fondo a diario para despejar la zona de botellas y residuos al fin de acoger a los miles de bañistas que acuden a la zona al día siguiente.

Los residentes en Molino Blanco, una de las urbanizaciones más antiguas del municipio torrevejense, con 80 chalés y 500 apartamentos, también explican que las llamadas a la Policía Local advirtiendo de los problemas de ruidos que genera han sido constantes en los últimos días y que han obtenido una respuesta muy escasa. También han hecho llegar sus quejas a la edil de Seguridad Ciudadana, Agustina Esteve, que el día de su puesta en marcha felicitaba personalmente a la familia promotora por su profesionalidad con un mensaje en el muro de la página de la discoteca en una red social. La instalación fue inaugurada el 29 de junio con el más tradicional protocolo -corte de cinta incluido-, por el diputado de Turismo y teniente alcalde, Joaquín Albaladejo, junto con el edil de Ocupación de Vía Pública, Eduardo Gil Rebollo, recibiendo el local la bendición del párroco de La Mata. A esa fiesta acudieron unas 2.000 personas. Según los vecinos más afectados, sobre todo los que viven en la calle Ficus, la discoteca tiene un horario ininterrumpido «y no respeta las ordenanzas municipales que regulan el cierre a las 4 de la madrugada», ni la prohibición de apagar la música en los exteriores desde las 12 de la noche. En numerosas imágenes promocionales difundidas por el propio establecimiento se puede observar numeroso público esperando la llegada del amanecer junto a la playa.

«Equilibrio inestable»

Joaquín Albaladejo, portavoz del equipo de gobierno, explicó ayer que el equilibrio entre el derecho al descanso de los turistas que acuden a Torrevieja y el derecho de quienes quieren disfrutar de sus momentos de ocio en vacaciones «es siempre inestable y no siempre pacífico porque no es fácil», algo que ocurre, aclaró, en numerosos municipios turísticos de España. «El Ayuntamiento intentará proteger los derechos de todos, para que los empresarios cumplan con sus obligaciones», subrayó. También explicó que era «muy consciente» de dónde estaba al acudir a la inauguración y que era una forma de respaldar la apuesta de un empresario local que arriesga para atraer turismo de ocio ya «que si no la ofrece Torrevieja lo hará el municipio vecino».

En el mismo sentido se expresó el concejal de Actividades, Francisco Moreno, quien añadió que no ha recibido estos escritos y que en cualquier caso la unidad de inspección actuará para realizar ajustes si es necesario.

Estas quejas se plantean, además, cuando el Ayuntamiento ha actuado administrativamente contra otro de los referentes de la vida nocturna en la ciudad, el 222 de la playa de Los Locos, por denuncias similares y ordenando el cierre definitivo de varias de sus dependencias este mes.