El Ayuntamiento ha dado de baja en su padrón a más de 500 vecinos extranjeros «sin autorización de residencia permanente» con la publicación de varios decretos entre enero y junio de este año. No se han marchado todos de una vez muchos de ellos permanezcan en la ciudad. No deja de ser un trámite administrativo. La legislación obliga a los municipios a dar de baja a los extranjeros «sin papeles» que no hayan renovado su inscripción en dos años. Figurar durante 5 años en el padrón en territorio español es uno de los pasos necesarios para obtener la residencia permanente para los extranjeros extracomunitarios. También es útil para tener acceso a algunos servicios como vecinos. En enero el alcalde dio de baja con la firma de tres decretos a más de 300 residentes e hizo lo propio con otros 200 más en junio. Aunque el ritmo de altas sigue siendo elevado estos cambios provocan que a principios de año el municipio, el tercero en población de la provincia y quinto en la Comunitat registrara 107.000 vecinos, que figuraran casi 600 menos en junio y que ahora se vaya camino de recuperar esa cifra. D. P.