Sólo saben que se llama Julián y que, al parecer, falleció en 2005. La urna con sus cenizas se ha convertido en el último artículo que ha llegado al departamento de objetos perdidos de Torrevieja.

Los hechos ocurrieron el pasado lunes, según recogía ayer Objetivo Torrevieja. Unos niños que estudian en el colegio El Acequión y que se encontraban en el patio del centro educativo jugando al balón, vieron cómo este salía fuera del recinto y caía en el solar que lo rodea. Uno de los muchachos salió y descubrió en las inmediaciones una bolsa de color azul que le llamó la atención. Era de un tanatorio, al parecer, vasco por los datos que aparecían en ella. En su interior encontraron una urna conteniendo unas cenizas, un nombre -Julián- y una fecha -2005-. Nada más.

Tras el hallazgo se dio aviso tanto a la Policía Local como a la Guardia Civil que está intentando saber de quién se trata y cómo localizar a los familiares del finado para devolverles los restos porque no existe denuncia alguna. Probablemente, hasta que esto no ocurra no se descifrará esta curiosa historia porque la bolsa ha tenido que ser depositada u olvidada hace muy poco tiempo.