­La plaga del insecto llamado «tomicus destruens» avanza sin control secando árboles de la Sierra de Orihuela sin que la Generalitat Valenciana, propietaria del suelo, haya hecho nada hasta el momento para frenar su avance. Los únicos datos de los que dispone la Conselleria de Medio Ambiente datan de la pasada primavera y apuntan que este coleóptero ya había arrasado 1.140 ejemplares en la zona. La citada administración ha anunciado ahora que a partir del 15 de septiembre colocará trampas para intentar atrapar a este insecto, una actuación que el Ayuntamiento oriolano considera claramente insuficiente. El edil de Medio Ambiente, Manuel Gallud, dijo ayer que durante el verano este coleóptero ha seguido secando ejemplares y que en la actualidad ya podrían haber muerto más de 2.000 pinos sin que la administración autonómica haya hecho nada para impedirlo.

Gallud compareció ayer en rueda de prensa para abordar un asunto que preocupa cada vez más a los ciudadanos de Orihuela, que contemplan cada día como los pinos de la Sierra sucumben a una plaga que se compara ya con la del picudo rojo que afecta a las palmeras debido a que también avanza de forma muy rápida fulminando los árboles. Gallud quiso dejar claro que el Ayuntamiento no puede acometer ninguna actuación sobre la zona que pertenece a la Generalitat pero dijo que sí han instado a la administración autonómica a tomar cartas en el asunto y adoptar medidas para evitar que la ciudad siga perdiendo uno de sus principales pulmones verdes. Recordó que en julio contactó con la Conselleria para urgir soluciones a este problema y, ante la ausencia de respuesta, volvió a exigir medidas en agosto, esa vez registrando un escrito en ese sentido.

La respuesta de la Generalitat, que ha llegado hace pocos días, ha dejado atónito al concejal, quien ha acusado a los responsables de la Conselleria de «negligentes e incapaces» así como de «dejación de funciones y mala fe» ante los problemas que presenta Orihuela. Y es que en el informe de la Generalitat se reconoce que la plaga está afectando también a otros municipios de la Vega Baja y el Baix Vinalopó aunque especifica que «el daño de la Sierra de Orihuela es el de mayor envergadura». No obstante, apunta que la observación de los técnicos medioambientales se hizo durante la pasada primavera y no aporta nuevos datos de la evolución de este insecto. Además de los 1.140 pinos afectados en primavera, el citado informe señala que existía entonces «una cantidad muy importante» de pinos con un «amarilleamiento incipiente», aunque, al parecer, no ha habido un seguimiento de la evolución de la plaga. La Generalitat explica que la situación de sequía del último año ha agravado la situación pero advierte que se desconoce si las posibles lluvias de otoño tendrían un «efecto paliativo».

Por todo ello, Manuel Gallud exigió ayer que se adopten medidas alternativas además de la colocación de trampas, que se retiren los pinos secos porque aumentan el riesgo de incendios y que se reforeste la zona en cuanto sea posible.

Cabe destacar que la plaga del insecto «tomicus destruens» no solo afecta a la Sierra Orihuela, si no que se ha extendido ya a otros municipios de la comarca de la Vega Baja como Redován, Callosa de Segura o Benejúzar, y supone toda una amenaza para pinares como el de Guardamar o la dehesa de Campoamor.