Un inmenso mural verde que rodea la totalidad de la plaza en forma cuadricular formado por los árboles del entorno. Esta es la imagen que las brigadas municipales están esculpiendo mediante la poda de ramas en la Plaza Nueva, en el centro de la ciudad, con el fin de darle un nuevo «look» a este espacio unificando su imagen. Unos trabajos que alcanzan ya las dos semanas de podas y que empiezan a agotar la paciencia de vecinos y comercios de la zona pues durante este tiempo han visto cerrado al tráfico todos los accesos al entorno de la plaza durante las mañanas, en horario de trabajo de las brigadas, aislado la zona y cortando a los peatones el cruce por el interior de la plaza o los aparcamientos.
Según explicaron a INFORMACIÓN los operarios, la dificultad de este tipo de podas, que obliga a ser muy meticuloso para dar esa sensación de mural verde, es lo que hace que se avance tan despacio. Además, ha de hacerse por las tres caras del árbol (cada uno de los dos laterales y la parte superior), por lo que el hecho de tener que realizarlo por fases es todavía más costoso.
De hecho, aún queda por realizar el lateral de los ejemplares que da al interior de la plaza, pues la maquinaria con la que trabajan se ha ido desplazando a lo largo del contorno exterior, y aún queda la parte interior, lo que alargará los trabajos.
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El edil de Infraestructuras, Víctor Ruiz, no dio plazo para la finalización de las podas, pero sí apuntó a que la puesta a punto de la Plaza Nueva se extenderá más allá de la poda de los árboles que rodean el recinto, pues en las próximas semanas se procederá al repintado del muro que la rodea y «que el ser tan bajo origina un gran desgaste porque la gente lo utiliza como banco o lo salta para acceder a la plaza».
Esta remodelación se enmarca dentro de las acciones que la concejalía está realizando para acondicionar y mejorar distintos enclaves del municipio con motivo de la puesta a punto de las infraestructuras de cara a la Semana Santa, cuando la ciudad recibirá numerosos turistas.
