Los ayuntamientos de los municipios afectados por la plaga del picudo rojo, especialmente Elche y Orihuela, deben asumir un importante coste económico para la destrucción de los ejemplares afectados por este insecto. De ahí que el proyecto de la UMH permitiría a las administraciones locales aprovechar la venta de estos materiales para reducir el enorme coste de la destrucción de palmeras muertas.
Por tanto, de extenderse esta modalidad en la fabricación de aglomerados, el coste de destrucción de los ejemplares podría ser prácticamente nulo, al existir empresas que se encargarían del proceso a cambio de explotar los restos para la fabricación de nuevos productos con los que obtener rédito económico.
El beneficio, con esta iniciativa, sería triple: las empresas obtendrían una gran cantidad de materia prima para trabajar, los ayuntamientos ahorrarían importantes sumas de dinero, y el medio ambiente se vería beneficiado por el reciclaje de estos restos de material biológico.