El alcalde de Pilar de la Horadada, Ignacio Ramos, ha ordenado la paralización «inmediata» de la actividad de un vertedero de escombros, inertes e incluso, según asegura Amigos de Sierra Escalona (ASE), residuos sólidos orgánicos, en pleno corazón de la Dehesa de Campoamor y Sierra Escalona, en el paraje conocido como Cueva Serrana, próximo a la ermita de Rebate. Los terrenos se encuentran incluidos «en su totalidad» en la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de Escalona e integrada en la Red Natura 2000.

La resolución, que se basa únicamente en que la actuación se está realizando sin licencia municipal, sin citar su protección ambiental, llega tras una nueva denuncia de ASE, que además advierte que en este caso no se trata de una zona utilizada como vertedero ilegal de forma esporádica. Está situada en una finca con acceso restringido, vallado y controlada por videovigilancia y en la que la propiedad estaría, supuestamente, cobrando una especie de canon de vertido a quienes arrojan los escombros. Incluso poniendo a su disposición tractores con pala frontal para facilitar estos trabajos, que el mismo tiempo sirven para colmata un barranco, para transformarlo a regadío, según las imágenes aportadas en la denuncia. Una práctica que recuerda, apuntan las mismas fuentes, a las realizadas durante años en parcelas de La Murada, en Orihuela. La zona de vertido está ubicada en un paraje que ha sufrido en los últimos años daños por roturaciones de terrenos forestales protegidos.

Juzgados

Las toneladas de escombros y basuras orgánicas han colmatado unas de las ramblas que discurren por la zona, según recoge la denuncia. La Policía Local y el Ayuntamiento de Pilar de la Horadada se han tomado muy en serio esta agresión al medio ambiente teniendo en cuenta otros antecedentes en la zona. Los colectivos ecologistas que desvelado esta actuación esperan también la reacción inmediata del Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil y de los agentes ambientales de la Generalitat Valenciana, que todavía no han acudido a la zona. La denuncia también ha sido trasladada a los juzgados de Torrevieja.

La información catastral de la finca indica que de sus más de setecientos mil metros cuadrados, casi 340.000 metros deberían corresponder a pinares, aunque sobre el terreno la mayoría han desaparecido a costa de los bancales. Además indica la existencia de instalaciones agrícolas levantadas en 2002 agrícolas sobre de 34.000 metros cuadrados, en especial balsas de riego.