Hace casi cinco años que muchos vecinos de Callosa comenzaron a sentir que el municipio temblaba bajo sus pies por las primeras detonaciones realizadas para abrir el túnel del AVE a través de la Sierra de Callosa. Entonces nadie se imaginaba cuál sería el resultado final de una obra que en estos momentos encara su recta final y que generado un enorme impacto paisajístico en este municipio.

La construcción de las bocas de la galería de más de dos kilómetros que cruza por el interior del macizo rocoso fue la primer evidencia de que el aspecto de una parte de la Sierra cambiaría para siempre. A pesar de las movilizaciones ciudadanas, Adif siguió adelante con el proyecto y las máquinas eliminaron parte de la roca para habilitar una pared en la que se ubicaría el punto de entrada de la galería, una abertura que en realidad son dos, una por la que circularán los trenes y otra que servirá como salida de emergencia. La obra continuó después por el interior de la Sierra con máquinas retroexcavadoras, una que abría el agujero por la parte más cercana a Cox y otra por la que linda con Redován. Fue en febrero de 2014 cuando la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, visitó la localidad para asistir al cale del túnel, lo que suponía la unión de las dos galerías que se estaban abriendo desde distintos puntos.

En paralelo Adif fue habilitando el viaducto elevado sobre 8,4 metros por el que circularán los trenes, lo que ha permitido que por abajo puedan circular vehículos y transitar personas por un entorno que ha cambiado con nuevas carreteras.

Aunque la obra encara ya su recta final, desde el Ayuntamiento llevan tiempo exigiendo Adif que mejore los accesos peatonales a la nueva estación y que atienda a los 60 propietarios que denuncian que han sufrido daños en sus casas por las obras.