El temporal que ha azotado la Vega Baja durante los últimos días ha agravado todavía más la situación de la Playa Babilonia, en Guardamar del Segura. Diversas casas han sufrido desperfectos por la intensa lluvia, las fuertes ráfagas de viento y el oleaje que hasta ayer seguía impactando con virulencia contra las fachadas y cimientos. La asociación de vecinos que agrupa a propietarios de estos inmuebles se plantean ahora denunciar en los tribunales la situación que están viviendo ya que consideran que se ha producido una «dejación de funciones» porque la Administración no ha adoptado medidas desde hace años para garantizar la integridad de los inmuebles y preservar la zona de baño.

La imagen que presentan ahora algunas de las viviendas es desoladora. El oleaje ha derribado numerosos metros de acera, los porches de múltiples viviendas presentan grietas o se han caído a trozos, parte de los techos se han desplomado y el mar se ha tragado la poca arena que quedaba en algunas zonas. Hasta parte de la carretera de la avenida Ingeniero Codorniú ha tenido que ser cerrada al tráfico porque se han generado socavones y el asfalto ha quedado suspendido en el aire en algunos puntos. En la zona se acumulan amasijos de hierros, pedazos de pavimento, bolardos, lavapiés rotos y partes de muros que han sido derribados, lo que hace que deambular por este área suponga todo un peligro. Además, el mar seguía azotando ayer con mucha fuerza algunas de las viviendas levantadas junto a la arena, lo que está empeorando todavía más la situación.

El mal estado en el que se encuentra esta zona no es nuevo. No se puede achacar todo al último temporal, aunque es evidente que la situación ha ido a peor en los últimos días. Los residentes creen que la falta de medidas de la Administración, tanto de la Dirección General de Costas como del Ayuntamiento, ha motivado que en los últimos años la zona haya caído en continua decadencia y creen que es el momento de buscar responsabilidades, según indicó ayer el secretario de la organización vecinal, Manuel López.

Los vecinos aseguran que han encargado un estudio técnico de dinámica litoral al despacho Nautilus. El informe está firmado por José María Medina y hace un repaso a la situación histórica de esta playa y a las posibles causas que han motivado la actual situación, como podrían ser las obras del encauzamiento del río Segura y la construcción del espigón, entre otras. López dijo que ese informe, que ha costado 6.000 euros y que han sufragado los vecinos, se adjuntará a la denuncia que quieren interponer.

«Lo que se quiere denunciar es que hay una absoluta dejación de funciones. Desde hace años venimos pidiendo medidas para la regeneración de la playa y se han quedado de brazos cruzados. Lo hemos solicitado con multitud de escritos pero se han negado a hacer ningún tipo de actuación, por lo que nos queda acudir a los tribunales y que se busque a los responsables», concluyó Manuel López.

Por su parte, el alcalde guardamarenco, José Luis Sáez, insistió ayer en que es la dirección de Costas la que tiene que autorizar cualquier tipo de actuación en la zona. El Ayuntamiento decretó en verano de 2015 el cierre de 640 metros lineales de esta playa por motivos de seguridad pero la situación es ahora peor que nunca.

«Hemos vuelto a pedir una reunión urgente en el Ministerio para exigir soluciones. Estamos en contacto permanente con Costas porque la situación es dantesca y dramática. Costas quiere que iniciemos expedientes de ruina para recuperar las concesiones y eliminar paulatinamente las viviendas. Hay casas que no tienen ni cimientos y descansan sobre la arena y es un peligro», dijo el regidor.

Sáez añadió que el Ayuntamiento no tiene competencias para actuar en la zona y señaló que lo que se ha exigido a Costas ahora es «que intervenga y retire todos los escombros que han caído por el temporal porque es un peligro que hay que atajar cuanto antes».