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Orihuela

El Consell solo protegerá un tercio de Cala Mosca y si no se urbaniza antes de 5 años

El Pativel contempla un «régimen de protección transitorio» para salvar poco más de 10 hectáreas de las 30 del paraje

El Consell solo protegerá un tercio de Cala Mosca y si no se urbaniza antes de 5 años

No habido solución mágica para salvar Cala la Mosca del proceso de urbanización del litoral de Orihuela. Una parte importantísima de las alegaciones que ha recibido el Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral (Pativel) se presentaron reclamando desclasificar el suelo previsto para albergar una urbanización para miles de viviendas, sobre un suelo urbanizable desde 1990... Y eso va ocurrir. Lo que sí ha hecho la administración autonómica es incluir en este tramo de costa, el único libre de edificaciones que queda en los 15 kilómetros de litoral oriolano, medidas que pueden minimizar el gran impacto de la urbanización y «estudiar» otras que, si confluyen algunas condiciones, podrían permitir que se anulara toda la actuación a medio plazo.

La medida más llamativa es un «régimen de protección transitorio» que anularía algo más de un tercio del plan urbanístico, el que ahora no está urbanizado con calles, en torno a 100.000 metros, si la promotora, Gomendio, no ejecuta el residencial, en el momento que tuviera el visto bueno para hacerlo, en un plazo de 5 años. Si rebasa ese periodo este terreno perderá su condición de urbana. La zona que la Conselleria estima como «salvable»es la situada al sur de todo el sector. En la que no se han ejecutado ni viales, ni aceras, ni transformadores de energía. Y donde se localiza la microrreserva de fauna y flora, la más abrupta, y que linda con Playa Flamenca.

Infraestructuras que sí están hechas, desde hace aproximadamente una década los otros 200.000 metros del plan, la zona norte, la que linda con la urbanización Punta Prima. Para que la empresa pueda seguir desarrollando todo el terreno, y que los plazos comiencen a correr, debe contar con una evaluación de impacto ambiental favorable sobre el proyecto de urbanización -que se le exigió de forma excepcional después de tener el plan parcial aprobado- por la presión de la Unión Europea, a su vez impulsada por colectivos vecinales y partidos políticos de Orihuela Costa. Evaluación ya está en su recta final de tramitación. La Generalitat contempla que ese estudio se complete con un informe «independiente», y no el realizado «de parte» por urbanizadora. Con el aval de las peticiones de la UE la de seguir un procedimiento exhaustivo. Se trata de una fórmula de escasos precedentes e inconvenientes jurídicos y técnicos.

La estrategia de quienes están defendiendo a capa y espada la conservación de este espacio, sin duda único, de acantilado, playas y calas, es que la aprobación del estudio de impacto ambiental se prolongue en el tiempo y su dictamen sea desfavorable.

El caso de la urbanización de Cala Mosca es el más complejo de que debe abordar la Generalitat a la hora fijar el Pativel. No se trata de una zona con «expectativas» de urbanización o con edificaciones aisladas. Es un suelo urbano previsto desde hace tres décadas. El Pativel carece de memoria económica, es decir, se descarta cualquier indemnización por responsabilidad patrimonial a empresas para intentar «desclasificar» suelo urbano. Abono que en el caso de Cala La Mosca sería millonario.

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