Orihuela ofreció ayer dos caras de la misma moneda. En Orihuela se estrenó pista de hielo, el belén y un espectacular alumbrado que desde hace tres semanas estaba colgado; mientras, en la costa, las pancartas de un club deportivo que no ha recibido la subvención prometida amargaron el acto a los tres concejales del equipo de gobierno: Scheurer, Gracia y Zaplana. También estuvo Houliston.

La protesta la protagonizó el Racing Club Playas de Orihuela coincidiendo con el encendido del árbol de Navidad y fue silenciosa, pero mostrando numerosas pequeñas pancartas alusivas a su descontento con el bipartito oriolano. De este modo intentaron que su enfado no se interpretara como un acto político, y también para respetar a los vecinos de la costa que se acercaron a disfrutar de él. En concreto, este equipo se queja de no haber recibido una cantidad económica pactada verbalmente con la Concejalía de Deportes y que, según el presidente, Alfredo Diego Miranda, ascendía a 9.600 euros.

El directivo del club explicó que la ayuda está justificada porque «al vivir en la costa teníamos que pagar las elevadas tasas del polideportivo público de gestión privada, mientras que en otros puntos de Orihuela los clubes federados disfrutan sin coste las instalaciones, porque son públicas. El desembolso ya lo hicimos y ahora nos dicen que no hay ayuda. Presentamos todos los papeles que nos exigieron en el Ayuntamiento, si bien es cierto que uno de los documentos que nos pidieron no lo pudimos presentar en plazo, fue simplemente porque el responsable de la Federación Valenciana que debía firmarlo estuvo enfermo esos días».