Intentar tapar una infidelidad puede salir bien caro y eso es algo que sabe bien un vecino de San Miguel de Salinas. El hombre ha sido chantajeado durante un año por la mujer con la que practicaba sexo de pago. Era una prostituta que ejercía en Torrevieja. Todo iba bien hasta que la meretriz empezó a amenazarlo. O le daba dinero o le contaba a su pareja lo que estaba pasando. El infiel debía de tener mucho miedo a que saliera a la luz su doble vida porque llegó a entregarle 90.000 euros y dos coches. Finalmente optó por denunciarla. La Guardia Civil lo ha recuperado todo y ha detenido a la prostituta y a otro individuo. Ambos están acusados de presuntos delitos de extorsión y amenazas.

El adúltero conoció a la meretriz en un club de alterne ubicado en la cercana localidad de Torrevieja. Fue en diciembre de 2016. Al parecer, mantuvo diversos encuentros sexuales con ella. Todo parecía ir bien hasta que comenzó a pedirle elevadas cantidades de dinero a cambio de su silencio. La primera vez fueron 40.000 euros. El hombre accedió e hizo efectivo el pago a través de un ingreso en la cuenta bancaria de la prostituta. Pensó que así se acabaría la historia, pero se equivocó. Poco después le exigió otros 25.000 euros. En esa ocasión no a su cuenta corriente, sino a otra en la que constaba como titular otro hombre relacionado con ella. El sanmiguelero también accedió a la petición y pagó por su silencio, pero tampoco le funcionó. La mujer le volvió a solicitar otros 25.000 euros y esta vez los quiso en efectivo, nada de movimientos en entidades de crédito. También le exigió que le prestase dos vehículos de alta gama. Se los dio y nunca más volvió a verlos.

Identificación

Un año después de estar viviendo esta situación optó por denunciar lo que estaba sucediendo. La investigación se inició en diciembre de 2017. Según explicaron fuentes del Instituto Armado, se tuvieron que hacer numerosas gestiones de identificación y localización de los dos supuestos autores, que finalmente fueron encontrados. Ella es una mujer de nacionalidad rumana de 32 años. El otro, un bosnio de 36 años. Los dos están acusados de un presunto delito de extorsión y otro de amenazas. Ambos ya han sido puestos a disposición judicial, quedando en libertad provisional con cargos, a la espera de juicio.