El Ayuntamiento de Callosa de Segura retomó ayer los trabajos de retirada de la Cruz de los Caídos. A las 8 de la mañana llegaron los operarios a la Plaza de España junto a una retroexcavadora con martillo hidráulico para retirar los elementos del pedestal. El desmontaje les llevó a los trabajadores todo el día y hoy tendrán que terminar el trabajo, aunque lo principal, las placas de mármol con el nombre de los 81 caídos, ya se encuentran depositadas en el Museo del Cáñamo, junto a la Cruz. El centro del pedestal estaba relleno de hormigón, por lo que sólo se han conservado los elementos de mármol.

Está previsto que hoy se termine de retirar lo que queda, la base del monumento. Los operarios están advertidos de que la quiten con cuidado ya que una familia del municipio ha hecho llegar al Consistorio que cuando se levantó este monolito (en 1942), se introdujo un cofre con periódicos de la época y otros elementos que se desconocen, a modo de primera piedra. Desde el Ayuntamiento señalan que, de haberlo, se conservará por si la familia lo quiere reclamar. También circula por el municipio una leyenda urbana de que pudiera haber alguien enterrado allí, extremo que las autoridades señalan que no consta en ningún sitio.

La Cruz ya fue arrancada de la base hace dos semanas, pero un recurso judicial de la plataforma vecinal detuvo los trabajos durante unos días. Finalmente el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) avaló que prosiguiera la obra y rechazó tramitar un nuevo recurso en el Tribunal Supremo. Una vez desmontado por completo el monolito, previsto para hoy, mañana comenzarán las labores de empedrado y el equipo de gobierno tripartito (PSOE, IU y Somos Callosa) prevé que la Plaza de España quede remodelada el próximo viernes.

El alcalde de Callosa, Fran Maciá, que ayer visitó los trabajos, aseguró que «se están realizando sin dañar los elementos», tal y como instó el TSJCV al Consistorio, quien pidió que el desmantelamiento del pedestal debía hacerse «custodiando adecuadamente todos los elementos» para que el conjunto pueda ser reconstruido en el caso de que el litigio judicial que mantiene la Plataforma en Defensa de la Cruz con el ayuntamiento callosino dé la razón a los primeros.

Sin embargo, desde esta plataforma vecinal cuestionaron en las redes sociales la maquinaria empleada y pusieron en duda «la delicadeza de los trabajos» aportando fotografías donde se pueden ver algunos elementos «cortados a trozos». Maciá, no obstante, indicó que «se ha cuidado mucho no romper las placas con los nombres y ahora todos los elementos retirados se catalogarán y numerarán».

Normalidad

Los trabajos de retirada de la base del monolito se llevaron a cabo con normalidad. Nada que ver con los incidentes protagonizados por algunos falangistas hace dos semanas cuando se quitó la Cruz. Dos de ellos fueron detenidos y algunos vecinos custodiaron el monumento esa noche, como lo venían haciendo desde hace 400 días, aunque esa vez detrás del imponente perímetro de seguridad dispuesto.

Ayer, apenas unos pocos curiosos se acercaron a ver los trabajos de desmantelamiento del pedestal. No obstante, había dispuesto un dispositivo especial de la Policía Local por si se registraban incidentes y algunos guardias civiles vigilaban en los alrededores, pero lejos del amplio número de agentes que blindó la ciudad el 29 de enero. No fue necesario cerrar, esta vez, las calles aledañas a la plaza.

La retirada del monumento a los caídos ha causado una gran polémica en Callosa. Mientras unos defienden que hay que aplicar la Ley de Memoria Histórica, otros consideran que el símbolo es meramente religioso y ya no contiene ningún elemento de exaltación de la Guerra Civil y la Dictadura.