El Palacio de Rubalcava de Orihuela contará con una protección adicional a la que ya le otorga ser Bien de Interés Cultural. El pleno aprobó ayer, por unanimidad, el reconocimiento de este palacio construido hace casi 100 años, como Bien de Relevancia Local. La propuesta, defendida por la edil socialista Carmen Gutiérrez, nace con la idea de preservar la estética del inmueble y garantizar su conservación. PP y Cs se adhirieron, por sorpresa, a la propuesta que la concejal socialista dijo iba dirigida a «proteger el edificio de los muebles colgados en el techo y esas cosas que quieren hacer en el gobierno», en referencia al proyecto «Rubalcava hub», en el que el Ayuntamiento se pretendía gastar unos 2 millones de euros y que incluía coctelería, minigolf, sala para bodas y una decoración muy particular, con mesas y sillas colgadas en el techo.

Desde el equipo de gobierno defendieron que la protección del inmueble y su rehabilitación para darle un uso al palacio son compatibles. El edil de Patrimonio, Rafael Almagro, aseguró que el Ayuntamiento dispone de una bolsa de 1,5 millones de euros para su rehabilitación «y nos faltan otros 600.000 euros para acometer las obras de recuperación de este edificio tan emblemático». Por su parte, el portavoz de Cs, Juan Ignacio López-Bas, señaló que «a mi, personalmente, no me disgustan los muebles en el techo y la estructura está igual de mal que en 2011 o 2015 y me parece una falta de respeto a quien ha hecho el proyecto el que hablen así de él (...) En lo que sí estoy de acuerdo es en que su uso sea institucional». Con esta última frase respondía a los temores del portavoz de Cambiemos Orihuela, Karlos Bernabé, quien dijo que «esperemos que no se privatice y sólo lo puedan usar los oriolanos como consumidores y no como vecinos». El gobierno oriolano reservó 975.000 euros en el presupuesto de 2017 para intervenir en el edificio -que no se ha gastado-, a lo que se suman los fondos europeos a través de las subvenciones EDUSI. Lo que los socialistas no tienen tan claro es que se vaya a ingresar la subvención del 1.5% Cultural solicitada al Gobierno Central porque se realizó fuera de plazo.

El edificio, de titularidad municipal, se encuentra en un pésimo estado de conservación. Consta de tres plantas principales con unas pequeñas entreplantas. La primera la ocupaban unos ostentosos salones y la cocina principal y en la segunda se hallaban los dormitorios de la familia marquesal. Además, cuenta con dos jardines con fuentes y bancos de azulejos y hierro forjado con una verja sobre muros de mampostería. El edificio se construyó imitando el esquema de los palacios barrocos oriolanos en el solar que quedó tras derruirse la casa abacial de la Iglesia de Santiago. Las obras dieron comienzo a partir de 1916 gracias a la iniciativa de Piedad Roca de Togores, marquesa de Rubalcava, y su esposo Eduardo Almunia, que lo construyeron para su residencia, y las obras se prolongaron durante la década de los años 20 y 30 del pasado siglo. Fue adquirido por el Ayuntamiento de Orihuela en 1981 para darle un uso social y cultural, pero ahora está cerrado y tan deteriorado que incluso la Asociación nacional Hispania Nostra lo incluyó en 2016 encabezando la lista roja de patrimonio abandonado en España.