El gobierno de Pilar de la Horadada pondrá en marcha un foro social para facilitar la instauración de una mezquita en el municipio. El Ayuntamiento quiere acercar posturas entre grupos políticos, asociaciones vecinales y la comunidad musulmana tras casi dos años de agrio debate. Lo que se busca ahora es consenso para habilitar el lugar de culto y no crear más división de la que ya existe. La propuesta inicial pasa por ceder una parcela municipal en el polígono para habilitar el edificio y cobrarles un alquiler por su uso.

En Pilar de la Horadada residen cerca de 4.000 musulmanes. La comunidad islámica compró hace años una vivienda para convertirla en centro de rezos, pero no lo consiguió. Lo impidió el propio consistorio en la anterior legistatura. Lo hizo modificando la ordenanza que los regula para exigirles tener plazas de aparcamiento. Eso sucedió al tiempo que un grupo vecinal recogía firmas en contra de la mezquita. Los árabes se sintieron agraviados y denunciaron que ese cambio en la normativa se había tramitado de forma exprés para bloquear su lugar de rezos. Ahora se propone hacer borrón y cuenta nueva para buscar una solución que contente a todos y no cree más división.

El primer paso que dará el Ayuntamiento gobernado por el PSOE y Vecinos por el Pilar es aprobar en la sesión plenaria de hoy una propuesta para poner en marcha una mesa social sobre el citado centro de culto. La iniciativa parte del concejal Obras, Infraestructuras y Participación Ciudadana, José Francisco Albaladejo. El edil explicó ayer que la comunidad árabe ha venido solicitando al Ayuntamiento que se haga una permuta de la casa que compraron por 160.000 euros, ubicada en la calle Juan XXIII, y que no se podrá habilitar como mezquita para cambiarla por una parcela en el polígono industrial que sí reuniría esas condiciones. Sin embargo, se ha desechado esa opción porque el valor de ambos terrenos es muy distinto y saldría perdiendo el Ayuntamiento.

La iniciativa que se pondrá sobre la mesa pasa por facilitar la habilitación de ese lugar de culto. Albaladejo señaló que una de las opciones es que el consistorio levante una nave y después le cobre un alquiler por su uso a los musulmanes. Es una solución que a su juicio es factible porque el Ayuntamiento también ayuda a otras religiones como por ejemplo la cristiana, que gracias a la iniciativa de presupuestos participativos contará en breve con un espacio para exponer los tronos de Semana Santa y realizar reuniones.

División social

«Para que no haya polémica hay que buscar una solución entre todos los grupos políticos y las asociaciones. Se trata de encontrar consenso y no más división social», valoró Albaladejo. El edil dijo que entiende que los musulmanes «se hayan sentido agraviados porque el Ayuntamiento les dijo que sí podrían habilitar esa mezquita y han hecho una inversión que no les sirve. Les he pedido mil disculpas por lo que sucedió y ya es hora de hacer algo», prosiguió.

En opinión de Albaladejo, hace falta hacer mucha pedagogía entre los vecinos para explicarles bien en qué consiste la religión musulmana, eliminar prejuicios y conceptos erróneos relacionados con el islamismo radical. Sin embargo «ha habido una falta de valentía entre los políticos del municipio que no han tomado decisiones por miedo a la reacción ciudadana, dilatando en el tiempo el trabajo en vez de buscar una solución», apuntó el citado edil. «A pesar de todo lo que ha sucedido, ellos siguen teniendo una actitud correcta con nosotros y lo único que quieren es poder ejercer su derecho a rezar en paz», concluyó Albaladejo.