Hospitales de Torrevieja y Vinalopó, sede San Luis, Misuri, Estados Unidos. El acuerdo entre Centene Corporation y Banco Sabadell, que deberá cuajar en 2019, permitirá a la primera hacerse con la totalidad de la participaciones de Ribera Salud, que gestiona ambos centros sanitarios. Algo que ubicará las principales decisiones en la gestión sanitaria de Ribera Salud en la ciudad estadounidense. A 7.400 kilómetros de la provincia.

El grupo norteamericano, especializado en seguros médicos, y Banco Sabadell, según fuentes cercanas a la concesionaria, tienen un acuerdo por el que el primero, Centene Corporation, comprará el 50% de la participación que Sabadell mantiene en Ribera Salud (la firma aseguradora ya controla el otro 50%, que pertenecía a Bankia, desde 2014). En el caso de los hospitales de Torrevieja y Elche-Vinalopó esa opción de compra supone que el 100% de los centros estará en manos de Centene. Ribera Salud cuenta además con el 35% de participación en el Hospital de Dénia (el resto está todavía bajo control de la aseguradora DKV, aunque también bajo el punto de mira de Centene).

Por su parte, un portavoz autorizado de Banco Sabadell indicó que no realizan comentarios sobre su relación con su socio norteamericano en Ribera Salud. Los hospitales de Torrevieja y Vinalopó dieron continuidad a la experiencia del modelo de gestión público-privado que se puso en marcha con el hospital de Alzira en 1999 -que la Generalitat acaba de rescatar para la gestión directa-. Los ingresos están supeditados a una cantidad fija por cada usuario potencial del sistema (798 euros para este año 2018). El departamento de salud cuenta en estos momentos con unos 160.000 usuarios con tarjeta SIP.

Desde que se fraguó el primer acuerdo de construcción en 2002 el accionariado ha cambiado también en función del tiempo económico. Al principio, fue Acciona y Enrique Ortiz, junto a Asisa, además de las entonces todopoderosas cajas valencianas, Bancaja y CAM, y de la intervención minoritaria de Clínica Benidorm, las que lideraron el proyecto, inaugurado en noviembre de 2006, tras una inversión de 80 millones de euros. Fue para gestionar no solo el nuevo hospital sino también los centros de salud de Torrevieja, Guardamar, Pilar de la Horadada, Orihuela Costa y la segunda línea del litoral de la Vega Baja, como Rojales, San Fulgencio y San Miguel.

Las constructoras dejaron pronto el proyecto y solo permanecieron las cajas y Asisa (con un 35% del total). Entre 2014 y 2015 Asisa, vendió su participación en la gestión -su capacidad de decisión ya había sido limitada desde 2011-. Y las crisis de las cajas, por el estallido de la burbuja financiera y fagocitadas después por Bankia y Sabadell aceleró la venta de la primera de su 50% a Centene. Fue en ese momento cuando se fraguó la opción de compra de la norteamericna al Sabadell, aunque fijada para 2019.

Público y privado

Una concesión en la que participaban al principio mayoritariamente empresas valencianas del sector sanitario, inmobiliario y financiero, para dos de los principales hospitales de la provincia, pasará a estar controlados, a través de su filial Ribera Salud.

Las mismas fuentes indicaron que a esta operación no le afecta la iniciativa política de la administración autonómica de rescatar las concesiones y gestionar directamente los centros sanitarios del modelo Alzira. El Consell ha aclarado que no tiene intención de hacer efectivo el rescate sin que termine formalmente el periodo de concesión -2021 en Torrevieja, 2023 en Dénia y 2025 en Elche-Vinalopó -por su elevado coste-, aunque al principio del mandato del gobierno del Botánico, Sanidad amagó y presionó con actuar en ese sentido si controles de calidad y auditorías así lo aconsejaban.

Centene podría verse en la tesitura de comprar en 2019 Torrevieja y Vinalopó y que en 2021 la concesión torrevejense -que es la más rentable de Ribera Salud- recayeran en la gestión directa. O por el contrario, que en las elecciones de 2019 un cambio político permitiera en 2021 prorrogarla durante cinco años más.