El tránsito por la circunvalación de Torrevieja es complicado en buena parte de sus tramos a lo largo de ocho kilómetros y en cualquier época. Pero la temporada de atascos y retenciones graves, no solo en la propia vía, también en sus accesos, se ha anticipado a la temporada estival. Todo sin que se vislumbre una fecha clara de construcción de la duplicación del vial que, con solo un carril en cada sentido de la circulación, debe asumir un promedio de paso de más de 40.000 vehículos diarios. Hace ya bastantes años que las retenciones en la variante de Torrevieja son diarias al margen de la época del año. En el tramo comprendido entre la CV-905 -acceso a Torrevieja por los centros comerciales- y el Hospital Universitario miles de vehículos circulan a menos de 40 kilómetros por hora al lo largo de casi cuatro kilómetros -está prohibido adelantar en toda la circunvalación desde 2014 para evitar accidentes-. Ocurre en cualquier época del año, sobre todo en horas punta: a primera hora del día, mediodía y al caer la tarde.

Una de las primeras reclamaciones del alcalde de Torrevieja, José Manuel Dolón (Los Verdes) al nuevo presidente del Gobierno es la ejecución de esta obra. Si el proyecto de duplicación, licitación y adjudicación de la construcción no sufren demoras las obras podrían comenzar a mediados de 2020. El Ayuntamiento mantiene en su página web oficial una iniciativa de recogida de firmas de Charge.org para exigir al gobierno «el Desdoblamiento Ya».

Mientras llegan las obras no parece que se vayan a adoptar más medidas para garantizar la seguridad y la fluidez, como la anunciada hace tres años para construir un acceso en sentido Alicante desde la carretera CV-95 que evite el cruce actual de incorporación. También se descartó el nuevo carril de incorporación directa a la variante desde la CV-905 que evitara las rotondas de acceso a Torrevieja en la calle Orihuela. Ambas obras fueron anunciadas por el gobierno municipal a finales del anterior mandato, asegurando que el presupuesto podía salir de la partida de conservación de carreteras. Pero nunca más se supo.

Los accesos a la circunvalación se han convertido en embudos, sobre todo porque también soportan un tráfico medio diario muy elevado que no tienen capacidad para asumir. Es el caso de esta CV-95, que en la zona situada entre La Veleta y Los Balcones acoge a diario a más de 22.000 coches y camiones.

Lo mismo pero con más tráfico ocurre en la CV-905, que según los datos de aforos de la Generalitat para el pasado año, registra más de 28.000 vehículos diarios y no es difícil contemplar el atasco en la incorporación a la N-332 en sentido a Cartagena. Con el efecto dominó que supone en otros viales del casco urbano como es el caso la avenida de Rosa Mazón entre el puente de la N-332 y su confluencia con la avenida de Delfina Viudes.

Orihuela Costa

A estas dificultades en el tráfico hay que sumar el «tapón» que supone para todo el tramo de la N-332 en Orihuela Costa y Torrevieja el acceso al macrocentro comercial La Zenia. En estos momentos, sin contar con la ocupación turístico residencial de julio y agosto, el atasco habitual es de unos 800 metros entre la rotonda y la sede el Ayuntamiento oriolano en Playa Flamenca en este tramo de la carretera, con el agravante de que aquí el vial sí está desdoblado. El pasado verano este atasco alcanzaba el término municipal de Torrevieja Rocío del Mar.

Mientras tanto la autopista de peaje que discurre casi en paralelo y que podría aliviar los desplazamientos en caso de ser rescatada sigue siendo una de las más caras y con tráfico anual más escaso del país.