La puesta en marcha de playas autorizadas para el baño de perros y gatos no es todavía una realidad, pero ya ha generado conflictos y la intervención de la Policía Local. Esos tramos de playa -Punta Margalla y Cala del Moro- deberían estar señalizados desde mediados de junio. Pero no han llegado las señales, ni se han colocado.
Los anuncios de que en ese litoral estaría permitido el baño para mascotas para esas fechas sí ha generado la presencia de numerosos bañistas con sus perros. Sobre todo en el caso de Punta Margalla, litoral situado entre la playa del Cura y la curva del Palangre. Como esas indicaciones no están, algunos usuarios habituales de esta playa, en contra de su uso para mascotas, han recurrido en los últimos días a la Policía Local para desalojar a los perros. Los agentes han tenido que lidiar con discusiones subidas de tono -que ayer mismo volvían a producirse- y, atendiendo a la realidad sobre el terreno -no hay nada que indique el tramo acotado- desalojar el litoral de animales.
En abril el equipo de gobierno anunciaba que la habilitación de dos tramos de playas para el uso de animales de compañía en Torrevieja estaría lista en junio. Era una promesa del gobierno de coalición desde que se inició este mandato. Con ese anuncio renunciaba a la consulta popular consensuada por todos los grupos municipales por motivos burocráticos: solo una consulta con censo oficial tendría validez. Y eso solo puede ocurrir haciendo coincidir la consulta con una convocatoria electoral, fijada para mayo de 2019, también para aprovechar los recursos humanos y materiales de esa jornaday obtener un resultado con garantías. Al final, se han escogido esos dos tramos de forma provisional por el Ayuntamiento a la espera del resultado de la consulta.
El concejal de Playas, Javier Manzanares, (PSOE) aseguró ayer ante la polémica que además de las señales -de las que había anunciado su colocación inminente el 21 de julio-, los técnicos consideraban que era necesario publicar un decreto firmado por el alcalde en el que se anunciara la autorización; algo, asegura el edil, que ha conocido por los funcionarios ahora. Esa publicación se realizará en Boletín Oficial de la Provincia «mañana o pasado», dijo. En redes sociales el edil ha añadido, además, que se quiere realizar una adecuación y limpieza especial de las playas escogidas para ese uso, antes de señalizarlas.
Protestas
Pero para cuando esté el visto bueno definitivo, los vecinos detractores de la medida ya aseguran que van a emprender medidas de presión. Ayer un grupo de unos 15 residentes de la zona se acercó al Ayuntamiento para intentar hablar con el alcalde José Manuel Dolón (Los Verdes), sin lograrlo. Son veraneantes procedentes de Elche, Orihuela y la comarca, que aseguran que se han enterado de la decisión municipal sin que se les dé «voz, ni voto»; y que no se han enterado de la decisión-ampliamente difundida en redes sociales y medios de comunicación- hasta el punto de que los usuarios se están acercando antes de tiempo. «Vamos a ese tramo de playa porque la playa del Cura está imposible», explica Antonio Perea Cutillas, que ayer registró 50 firmas en contra de la playa y recogerá rúbricas hasta el próximo lunes. Este grupo de vecinos, la mayoría veteranos veraneantes en Torrevieja, aseguran que tienen previsto «cortar la calle o concentrarnos» para hacer valer su postura y que el municipio renuncie a crear la playa para mascotas en esta zona.
Manzanares quiso calmar los ánimos y dijo que la oposición a acotar tramos de playa para este uso se ha producido en otros municipios y se ha disipado con el tiempo. También recordó el concejal que la playa de Punta Margalla era la ubicación propuesta por el PP para la consulta popular.
