Los policías interinos de Orihuela han dejado de hacer labores de seguridad ciudadana, lo que supone una evidente menor presencia policial en las calles, ya que estos agentes han pasado a ocuparse de tareas de tráfico y administrativas, tal y como marca la ley. La orden la ha dado directamente el jefe de la Policía Local, José María Pomares, pocas horas después de que la edil de Seguridad Ciudadana, Mariola Rocamora, le haya ordenado modificar los cuadrantes de libranzas de los agentes, si fuera necesario, «para garantizar la seguridad de las fiestas de La Reconquista», lo que supone que tengan que ir a trabajar entre el 15 y el 21 de julio policías que libran esos días, los que están descansando y que los del turno de mañana, cubran la tarde. Esta orden ha creado un gran malestar en la plantilla policial, incluido el propio Pomares.

Son un total de 25 los agentes interinos los que hay en la plantilla de la Policía Local de Orihuela. Los cambios suponen que, desde ayer, los agentes interinos del Grupo Especial de Seguridad Ciudadana (GESC) hayan pasado a labores de tráfico, los de Orihuela Costa a elaborar informes y atestados en el retén, sin que puedan patrullar, y los de tráfico pasan a barrios. Además, está previsto que este fin de semana se incorporen 7 nuevos interinos de los 9 previstos, ya que dos han renunciado al puesto. Se ocuparán directamente de labores de tráfico durante las fiestas de Moros y Cristianos y se estrenarán en la ofrenda floral. De esta manera, «se garantiza la seguridad jurídica de los funcionarios ya que la ley valenciana impide que los interinos puedan hacer labores de seguridad ciudadana, ya que no pueden portar pistola», explicaron fuentes policiales.

Esta orden es la respuesta a otra dada por la edil de Seguridad para que el jefe policial cambie los turnos de descanso de los agentes para que haya suficientes policías en la calle durante los festejos de la próxima semana. Mariola Rocamora aseguró a este diario que «no es responsabilidad mía la organización policial, los cuadrantes los tiene que organizar el jefe de la Policía Local, que es su competencia y las fiestas de La Reconquista son un servicio ordinario porque es previsible y repetitivo y la jefatura debió organizarlos de tal manera que quedara cubierto». La edil dictó la «orden expresa» al jefe de la Policía Local el martes por la noche, por escrito mediante el programa Gestiona, para que «adopte las decisiones precisas para garantizar el adecuado servicio durante las Fiestas de La Reconquista 2018, tomando las decisiones que considere oportunas, incluso la modificación de los cuadrantes que usted mismo ha confeccionado si fuera necesario, cuestión esta última que no requiere mi autorización», señala esa orden a la que ha tenido acceso INFORMACIÓN, donde se añade que «una vez adoptadas las decisiones organizativas precisas bajo su responsabilidad, emita nuevo informe en el que se me dé cuenta de las acciones llevadas a cabo para garantizar la seguridad de las fiestas 2018».

Los policías oriolanos se niegan a hacer servicios extraordinarios hasta que no les sean atendidas sus reivindicaciones laborales como son acabar con la diferencia salarial por el complemento de destino, mejoras de material, como los chalecos y la falta de personal, que no se cubra con los interinos y piden la dimisión de Mariola Rocamora. Su última orden ha sido la gota que ha colmado el vaso. Los sindicatos CSIF, SPPLB y UGT, criticaron que «Rocamora viene a imponer su ley, la del ordeno y mando, la de vulnerar todos y cada uno de los acuerdos y disposiciones que se han aprobado años atrás». Hoy se reunirán con Cs y con los ediles populares Dámaso Aparicio y Paco Sáez.