Siete empresas han presentado plicas para adjudicarse el contrato de redacción de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana de Torrevieja (PGOU). A finales del mes de febrero la mesa de contratación se reunió para realizar la primera apertura de plicas. Se registraron siete empresas: Calixto Escariz; Territorio y Ciudad; la Unión Temporal de Empresas (UTE) Cauce Proyectos y Obras y SB Lan Firm. También la UTE Incotec Consultores y Navarro Ballester y Asociados; la UTE Territorio y Ciudad, Manuel Gallego Frontera-Ofi 208-Arurbanismo y Cota Ambiental; y por último Esquiaga Arquitectura. De momento la adjudicación va a sufrir su primer retraso porque una de las ofertas no ha aportado la documentación de la declaración responsable ajustada al formulario de documento único de contratación europeo, que sí han aportado el resto de plicas.

Algo que obliga a retrasar la apertura de documentación prevista para ayer mismo y el 27 de marzo. El contrato tiene un precio de licitación de 512.218 euros y un plazo de ejecución de 42 meses. La mesa de contratación del Ayuntamiento de Torrevieja está formada por el alcalde José Manuel Dolón, el edil de Contratación, José Hurtado y cuatro técnicos, por lo que el voto mayoritario está en manos de los funcionarios.

Este planeamiento debe sustituir a uno de los más antiguos de España para una ciudad de la entidad de Torrevieja. Está vigente desde enero de 1987 y ha sufrido más de un centenar de modificaciones. Impulsadas sobre todo por interés del sector privado de la construcción.

El proyecto está enfocado a reordenar muchas de las chapuzas urbanísticas consentidas desde los años 70 en la ciudad por gobiernos municipales y la Generalitat. Como la reordenación de Las Torretas, el camping Misol -una urbanización construida en un suelo para camping en el casco urbano de Torrevieja- o la confusión de espacios públicos y privados en numerosas urbanizaciones.

Las reclasificaciones de suelo serían mínimas porque la legislación autonómica considera que Torrevieja ha superado con creces su límite de suelo urbanizado en proporción a su término y se limitarían a dar mayor volumen de edificabilidad en urbanizaciones levantadas en horizontal, algo que ya se experimentó de forma alegal durante el boom en Nueva Torrevieja.