El Nazareno de Orihuela se quedó ayer compuesto... y sin sitio. Es el mejor resumen que se podría hacer a la última de las polémicas que ayer corrieron sin cesar por todos los corrillos, incluidos los que se hicieron en el Teatro Circo. Y no hablamos de César Sánchez, Nazareno de Orihuela este año, distinción que recogió ayer, sino de la estatua de bronce de 2,5 metros de altura que representa a un Nazareno oriolano y que se pretendía inaugurar aprovechando la presencia del presidente de la Diputación en Orihuela ya que, precisamente, ha sido la institución provincial la que la ha pagado con una subvención de unos 19.000 euros, que es lo que ha costado.

Pero, de momento, la imponente estatua de bronce que representa a un nazareno con doble capa y capuchón, el más representativo de Orihuela, seguirá en el taller de Alcoy donde se ha fundido. Y todo, por el enfrentamiento entre la Junta Mayor de Cofradías, Hermandades y Mayordomías de la Semana Santa de Orihuela y el Ayuntamiento a cuenta de dónde ubicar tan esplendorosa estatua. Los miembros de la Junta Mayor sometieron a votación el mejor lugar para ser expuesta y salieron dos ubicaciones donde consideran que se le da mayor visibilidad, la plaza Teniente Linares -cerca del Museo de Semana Santa y junto a la Tourist Info de Orihuela- y la zona que más les gusta, la plaza del Salvador, junto a la catedral, y en una esquina opuesta a la estatua que representa al Caballero Cubierto, la otra imagen simbólica de la Semana Santa oriolana.

Pero el Ayuntamiento no ha aceptado ninguna de esas dos ubicaciones y ha denegado los permisos para colocar allí la estatua. Eso sí, ha propuesto la que considera la mejor ubicación que es la plaza de la Merced, frente al Museo de la Semana Santa. Un lugar que no gusta al presidente de la Junta Mayor «porque quedaría arrinconada por su gran envergadura». José Sáez Sironi explica que tendría que colocarse en una esquina de la pequeña plaza porque en el centro anularía la salida de los pasos de algunas cofradías guardados en el museo.

Visto lo cual, Sáez decidió no traer la imponente figura del Nazareno pero sí mandarle un mensaje al Ayuntamiento y a sus responsables políticos ayer en su discurso recordando que «por razones ajenas a la Junta Mayor» no se pudo inaugurar la estatua. Sáez confía en que antes de Semana Santa el Consistorio reconsidere su rechazo a las ubicaciones propuestas señalando que todo está listo para instalarlo y que no son necesarias obras, aunque el Ayuntamiento podría pedirle que inicie la petición de permisos para ubicarla en un entorno declarado BIC. Así que, por ahora, la imagen permanecerá junto a su artista en Alcoy y los oriolanos deberán esperar a que los dirigentes del gobierno local y los de la Junta Mayor lleguen a un acuerdo para ver el homenaje a los 10.000 cofrades oriolanos que representa la imponente estatua.