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Tradición y fe en el «Santo Comulgar»

Callosa de Segura y Torrevieja sacan a la calle el segundo lunes de Pascua una singular procesión que acerca la comunión a ancianos e impedidos

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Procesión de San Vicente en Callosa de Segura

Día grande en la Comunidad Valenciana y festivo local en muchos municipios de la comarca de la Vega Baja. Ayer se celebró el día de San Vicente, segundo Lunes de Pascua, y para muchos, día de mona y de comer en el campo. Y en Callosa de Segura, los vecinos lo han celebrado como manda la tradición, comenzando el día con un acto religioso que data del siglo XVII. A primera hora, sobre las 8.30 horas, se inició la procesión de «Los Comulgandos» con la imagen de San Vicente a hombros y en la que solo participan varones, de todas la edades, vestidos elegantemente con traje, predominando el color negro, portando velas encendidas y acompañando al Santísimo bajo palio.

Cargos eclesiásticos, de la Semana Santa callosina y miembros de la Corporación Municipal, como el alcalde, el socialista Fran Maciá, presidían esta popular procesión que termina el ciclo Pasional callosino y en la que tienen papel destacado un grupo de niños y niñas que, vestidos de blanco, simbolizan la presencia de ángeles.

La comitiva discurrió, como es habitual, por el centro de la localidad, desde el templo de la Arciprestal de San Martín hasta el convento de las Hermanas Carmelitas, donde se ubicaba el antiguo hospital que atendían, con su labor sanitaria y asistencial, las religiosas desde que llegasen en 1885 a la localidad.

Aunque hoy es un centro concertado de Primaria y Secundaria, el espacio sigue manteniendo un gran valor simbólico que tiene en la memoria de los vecinos su anclaje con las costumbres de la población. Año tras año se convierte en la mañana del día de San Vicente en el escenario donde se revive la tradición. La misma que aprovechando el paso del Santo Ferrer por tierras oriolanas allá por 1410, acerca desde hace siglos la Eucaristía a ancianos y personas impedidas.

Es la procesión que llaman del Santo Comulgar, para los devotos un día extraordinario en el que la fe acompaña a la Custodia bajo palio por las calles de Callosa. El recorrido de la misma y su duración está determinada por las paradas que se realicen. Tantas como familias particulares hayan solicitado «la visita» más grande para un católico.

Después del Comulgar, el regreso de esta procesión en honor al santo dominico culminó en la céntrica Plaza de España, para dar paso a las 9.30 horas a la celebración de una santa misa en la parroquia de San Martín Obispo, que renueva esta semana el balcón y el artesonado del Órgano.

Tradición

La tradición llevaba en primer lugar la procesión eucarística al Antiguo Hospital situado junto a la Ermita de Nuestra Señora de los Dolores, en la conocida «Calle del Hospital». Fue tras la desamortización de Mendizábal de 1835 cuando las dependencias del Convento Alcantarino pasaron a ser propiedad municipal utilizándose como Hospital para la población, que el Santo Comulgar cambió su itinerario. Así que al menos desde mediados del siglo XIX, se traslada desde la Arciprestal de San Martín hasta el Hospital, donde era recibido por la Corporación Municipal y acompañaba al Sacerdote en la administración de la Comunión a los enfermos.

En Torrevieja la procesión del Santísimo bajo palio recorrió el centro del casco urbano a primera hora para ofrecer la comunión a feligreses impedidos para poder hacerlo tras el Domingo de Resurección.

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