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Una firma leonesa «salvará» con 95.000 árboles el bosque dunar de Guardamar

Foresa se adjudica la reforestación con una reducción del 39% sobre el precio de licitación, que inicialmente era de 1,4 millones

La actuación incluye plantar arbustos autóctonos sobre el cordón dunar en la pinada de Guardamar.

La Generalitat ha adjudicado en tiempo récord el ambicioso proyecto de repoblación del cordón dunar y la pinada del litoral entre el norte del término municipal de Guardamar, Elche y Santa Pola. La empresa leonesa Foresa será la responsable de esta «restauración hábitats en los LIC Dunas de Guardamar y Salinas de Santa Pola».

La iniciativa está respaldada con fondos europeos y la mesa de contratación ha escogido a esta mercantil que asegura en su pliego que puede realizar el trabajo por 895.000 euros (impuestos incluidos), con una baja del 39% sobre el precio de licitación inicial fijado en 1.497.000. Lo que se traduce en 592.000 euros menos de los previstos. El contrato se hizo público a principios de marzo y antes de las elecciones munipales, poco menos de dos meses, la Conselleria de Medio Ambiente lo había resuelto, tras analizar las 7 ofertas de empresas del sector ambiental presentadas. La formalización del contrato y el inicio de los trabajos deberían concretarse a mediados de junio.

El ámbito de actuación será el entorno natural del norte del litoral de Guardamar del Segura, la pedanía ilicitana de La Marina y Santa Pola con la restauración de las dunas y la pinada a lo largo de 39 meses extendiéndose sobre una distancia de 13 kilómetros. La inversión principal se realizará en el año 2020. El proyecto contempla la plantación de 95.473 ejemplares sobre 539 hectáreas, sobre todo pinos, que son más resistentes a la sequía y adaptables a los suelos arenosos de las dunas, pero también otras 33 especies de árboles y plantas. La actuación, como avanzó esta edición, también incluye la retirada de pinos muertos o en declive para poner freno al desarrollo de plagas forestales y evitar que los árboles enfermos constituyan el sustrato de plagas, siendo una causa más del deterioro del pinar que conforman el pulmón de Guardamar. Los estudios previos al desarrollo de esta reforestación señalan que el 27% del pinar está muerto, el 51% con síntomas de declive importante y el resto sano. La flora exótica e invasora que ocupa 48 hectáreas, un 8% de las 539 hectáreas del área de actuación. Se eliminarán 33 especies de estas plantas exóticas invasoras que «interfieren con la estructura y el desarrollo de las comunidades vegetales autóctonas». El objetivo de toda la actuación «es mitigar los problemas de erosión, deforestación y movilización de las dunas». Es decir reforzar esa masa vegetal que hace ahora un siglo evitó que el casco urbano de Guardamar se viera sepultado por las dunas. Así, se instalarán a lo largo de 1,5 kilómetros de duna litoral unas pantallas vegetales, vallas construidas con elementos biodegradables, para limitar el movimiento y la erosión de arena y potenciar el sembrado de flora propia. En Elche se retirarán pinos secos y ejemplares que están a punto de morir y 21 especies invasoras que dañan el ecosistema. También se colocarán 13 kilómetros lineales de captadores pasivos de arena.

La superficie escogida deja fuera todo el litoral, pinada y sistema dunar al sur del casco urbano de Guardamar, entre La Mata -Torrevieja- en total unos cinco kilómetros de frente litoral entre la playa y la N-332-. En este tramo se han producido intervenciones importantes por parte del Ministerio de Medio Ambiente para recuperar el cordón dunar y algunas puntuales para eliminar especies invasoras.

Críticas

La Asociación de Vecinos Guardamar Playa ha arremetido en redes sociales contra este proyecto porque asegura que acaba con el concepto que el ingeniero Francisco Mira concibió y desarrolló a principios del siglo pasado para fijar y detener el avance de las dunas la plantación de 600.000 pinos, pese a que la iniciativa, tal y como recoge el pliego, introduce mayor diversidad ambiental con especies autóctona, de arbustos, mucho más preparadas para soportar el clima árido de del sur de Alicante, pero mantiene la repoblación. Aunque parezcan procesos naturales tanto las dunas como la gran pinada que se extiende de Torrevieja a Santa Pola tienen un origen artificial. La arena comenzó a formar dunas con los sendimentos arrastrados por el Segura por la deforestación durante siglos de los bosques de ribera. Su avance se paralizó tras el increíble trabajo de décadas de replantación que ahora se pretend renaturalizar con especies más acordes al hábitat de la zona. La Asociación incluso defiende la permanencia de la hilera de casas de Babilonia, que ocupan dominio público, como barrera de protección de la pinada en primera línea.

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