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Orihuela

Un estudio de la UMH revela que la basura flotante del río Segura afecta a los cultivos

Los productos agroalimentarios de la Vega Baja pierden valor al regarse con agua de menos calidad por culpa de la contaminación

Retirada de residuos plásticos flotantes del río en Guardamar del Segura el pasado mes de marzo. m. j. escobedo

Un proyecto del grupo de investigación Agua y Energía para una Agricultura Sostenible de la Universidad Miguel Hernández (UMH) que ha estudiado durante semanas los residuos flotantes en el río Segura y su infraestructura de riego en la Vega Baja, ha llegado a la conclusión de que estos plásticos y envases ya están afectando a los cultivos de la comarca, los que utilizan el regadío tradicional. El problema es que la calidad del agua del río Segura está decreciendo por culpa de la contaminación por estos residuos flotantes que se acumulan en varias partes del cauce, sobre todo en el tramo que discurre por la Vega Baja. Las conclusiones de este estudio fueron presentadas ayer en Orihuela, donde el Consorcio Vega Baja Sostenible celebró una jornada técnica sobre residuos en el auditorio de La Lonja.

La encargada de la ponencia fue la profesora y directora del grupo de investigación Agua y Energía para una Agricultura Sostenible de la UMH, Herminia Puerto. La experta en ingeniería hidráulica explicó que «todos tenemos la idea de que la contaminación del agua viene por productos químicos y residuos orgánicos y hay un verdadero problema con los residuos sólidos». El trabajo ha estudiado la tipología de los residuos flotantes que habitualmente se acumulan en el río como problema de gestión municipal de los mismos en el ámbito comarcal, puesto que mayoritariamente estos residuos flotantes son de tipo doméstico y, en menor medida, agrícola e industrial.

Entre los problemas por la contaminación por los flotantes se encuentra que los productos agroalimentarios de la Vega Baja están perdiendo valor al regarse con agua de menos calidad. Además, se encuentran con muchos problemas para obtener certificados ecológicos por el mismo motivo. Además, el impacto visual de esos residuos está provocando una pérdida de valor turístico de la zona y su degradación, según este estudio. «También hay un coste importante para las comunidades de regantes que tienen que pagar la limpieza de azarbes y acequias al no ser públicas por culpa de los residuos plásticos», señaló Puerto. Los problemas medioambientales son también evidentes, así como el impacto sobre la flora y la fauna que vive en el río o junto a él. El trabajo también ha estudiado el impacto de los flotantes a nivel social, como los conflictos entre regantes y CHS o sus trabas burocráticas.

Los plásticos y envases empiezan a ser un problema en las Puertas de Murcia y afectan al azud de Orihuela, al sifón de Callosa, al puente de Rojales, al azud de Alfeitamí y a Guardamar, donde está instalada una pantalla de flotantes que ha tenido que ser reparada recientemente. La acumulación de cañas, dijo Herminia Puerto, también supone un problema porque retiene esos residuos y tapona el cauce. Para el estudio, recogieron numerosas muestras de esos residuos flotantes y se encontraron que en su mayoría eran cañas y carrizo de la vegetación de ribera, algo normal, pero también la que es fruto de la actividad urbana como botellas, bricks, bolsas de plástico, envases de vidrio, bolsas de basura llenas, electrodomésticos, neumáticos, colchones y hasta medicamentos, además de otros residuos por actividades agrícolas como plaguicidas.

Herminia Puerto detalló, por último, las soluciones que se le pueden dar a este verdadero problema como son las campañas de concienciación para evitar tirar residuos en lugares no habilitados, una mayor señalización en el río recordando la prohibición de tirar escombros y basura y dar información personalizada a los vecinos que viven cerca del cauce. También la instalación de más rejillas para contener los residuos flotantes en azarbes y acequias y una mayor implicación de la CHS a la hora de eliminar cañizo. El estudio de la UMH también pide mayores sanciones para quienes contaminen los ríos.

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