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Por parte de la CHS

El riego tradicional se siente «humillado» por el mejor trato a los regantes del trasvase

Las comunidades de la Vega Baja acusan a la Confederación de darles la peor agua

Uno de los pozos de sequía abiertos en la Vega Baja, ayer. TONY SEVILLA

Los regantes tradicionales de la Vega Baja vuelven a hacer un frente común contra las decisiones de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) a la que acusan de «humillación» al regadío tradicional y de «agravio» con respecto al trato que dispensa a los agricultores del trasvase Tajo-Segura. Esas duras acusaciones se pudieron escuchar ayer en la Junta de la Vega de las 17 comunidades de regantes tradicionales de la comarca, que representan a 30.000 agricultores, que se reunió en el Juzgado Privativo de Aguas de Orihuela para informar sobre los problemas que en la actualidad acucian a los riegos tradicionales como los residuos sólidos flotantes y la apertura anunciada por la CHS de los pozos de sequía y sus consecuencias, así como de los pocos caudales que llegan por el río Segura.

La puesta en marcha de 11 pozos de sequía en la Vega Baja (45 en toda la cuenca) para garantizar el riego por parte de la CHS, lejos de ser bien recibida por los regantes, ha causado el efecto contrario. Los regantes tradicionales acusan al organismo de cuenca de dar el agua de los pozos del Sinclinal de Calasparra, que apenas tiene una conductividad de 1.000, a los regantes del trasvase tras el decreto de Sequía de la cuenca del Segura. Sin embargo, los pozos de sequía abiertos en la comarca, según el riego tradicional, tienen una conductividad de entre 4.000 y 6.000 «que es una contaminación muy alta para los cultivos, nada que ver con el agua del Sinclinal de Calasparra que es apta para el riego», señaló el juez de Aguas del Azud de Alfeitamí, Carlos Barrera.

Las confederaciones hidrográficas pueden distribuir el agua de los sondeos como crean conveniente al decretarse un periodo de sequía, como ha sucedido esta semana en la cuenca del Segura. En este sentido los regantes tradicionales se sienten agraviados porque «la mejor agua, la de los pozos del Sinclinal de Calasparra, se la dan a los regantes del trasvase, que no tienen concesiones para tomar el agua de la cuenca del Segura, mientras que los del riego tradicional, que sí tenemos concesión, nos tenemos que conformar con la de los pozos de sequía de la Vega Baja cuya agua está contaminada», criticaron ayer.

«Nos tratan como apestados»

Además, las 17 comunidades del riego tradicional se sienten «indignadas» con la CHS «que ni nos contesta a los escritos y para todo lo que pedimos recibimos el silencio administrativo como respuesta, como si fuéramos unos apestados, porque la indiferencia es el peor de los insultos», criticó Barrera. Ayer, ningún representante de la Confederación acudió a la reunión de la Junta de la Vega a pesar de haber invitado a su presidente, Mario Urrea. «No sabemos si será ese agravio con los regantes tradicionales alicantinos porque la CHS está en Murcia», señaló y añadió que «es incomprensible que se le siga dando más agua a la Vega Media, en Murcia, que a la Vega Baja teniendo el doble de extensión de terrenos cultivables».

Las 17 comunidades de regantes tradicionales hacen un llamamiento a las fuerzas políticas de la comarca para que les apoyen en sus reivindicaciones. Tienen previsto organizar una reunión con la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, los alcaldes de la zona y también invitarán a los representantes de la CHS para que escuchen sus peticiones.

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