Entre tanto acto solemne y riguroso, las fiestas de la Reconquista y de Moros y Cristianos también cuentan con uno en el que el protagonismo indiscutible lo trae el sentido del humor. Ya no solo por su naturaleza, sino también por la inmensa cantidad de personas que participan. Según las estimaciones, desfilaron entorno a las 4.000 personas. La Gran Retreta Festera es el acto más multitudinario.

Todas las comparsas salían ayer sin complejos. Algunas optaban por trajes comprados. Otras prefirieron elaborar los suyos propios, pero todos eran muy originales. Durante la semana, en los ratos libres terminaban de confeccionar cada traje y culminar cada detalle que lucieron anoche en el momento de mayor diversión de las fiestas. Además, entre las comparsas, unas optaban por la sátira, otras por la crítica social. Las había que portaban un estilo más carnavalesco. También algunas se decantaban por marchar al ritmo de una coreografía, con lo que no solo contribuía a su propia diversión sino también a las vecinas que ocupaban las aceras a lo largo del recorrido.

Por ese mismo trayecto por el que esta noche desfilará el bando moro, desplegaron un amplio alarde de imaginación, diversión y desenfado.

La participación de los más pequeños de las comparsas también fue pilar fundamental para la gran cantidad de participantes. Para el presidente de la Asociación de Moros y Cristianos Santas Justa y Rufina, Pepe Vegara, «este desfile es una manera de hacer comparsa».

Hoy

Las fiestas de la Reconquista y de Moros y Cristianos de Orihuela ya han pasado el ecuador de la programación. La Retreta Festera de ayer cerraba la antepenúltima jornada de festejos. Por delante, dos jornadas con el mismo tipo de acto para ambos bandos, pero intercalados. Esta mañana, las comparsas del bando cristiano recorren las calles de la ciudad con sus charangas, mientras, esta tarde, el bando moro se viste y prepara para el desfile de esta noche, 21.30 horas. Y mañana, último día de fiestas, los papeles se intercambian. Estas mismas comparsas desfilarán a ritmo de charanga a partir de las once, y por la tarde, el bando cristiano lucirá todo su esplendor en su Entrada.