El Teatro Municipal necesita 80.000 euros en reparaciones y renovación de material e instalaciones para reabrir. El equipo de gobierno del PP ha encontrado en el informe del coordinador del área de Cultura el mejor argumento disponible para no poner fecha a una reapertura que vendió como inminente en campaña electoral si ganaba las elecciones. Ese es el resumen de la situación del Teatro Municipal, cerrado desde septiembre de 2015. Ayer el alcalde Eduardo Dolón (PP) compareció para desgranar las conclusiones del informe del coordinador de Cultura solicitado hace ahora un mes sobre el estado de mantenimiento de las instalaciones del espacio cultural. Antes de informar a los medios de comunicación lo hizo a los portavoces de la oposición. Como era previsible el análisis arroja la necesidad de renovar distintos espacios y un gasto de dinero público nada despreciable.

El anterior equipo de gobierno de izquierdas aseguró en su día que ya había realizado las reparaciones necesarias para abrir y garantizar la seguridad -invirtió unos 40.000 euros-; y que lo único que impedía la reapertura era la firma del arquitecto, necesaria para obtener a su vez la licencia de apertura: la Generalitat cerró el recinto por carecer de esa autorización.

Dolón aclaró que desconoce en qué plazo se podrán abordar estas obras, aunque se tramitarán por la vía de urgencia. Aseguró que la mayor parte podrá realizarse a través de contratos menores -un procedimiento sencillo desde el punto de vista de la tramitación administrativa que no exige invitación a empresas-. Aunque otros, los que superen los 15.000 euros, requerirán procedimientos que al demandar más requisitos necesitan, también, más tiempo de procedimiento. Eso si la Intervención Municipal no ve fraccionamiento y termina por reclamar un contrato conjunto y con concurso abierto para adjudicar por lotes todo el gasto previsto en el Teatro.

El alcalde fue muy claro al detallar la necesidad de realizar todos estos gastos. No lo fue tanto para explicar cómo va a abordar la obtención de la licencia de apertura, que reiteró, vendrá después, y que sigue pendiente de la firma del fin de obra por parte del arquitecto Antonio Marquerie. Este técnico alega que no se incorporó a su factura el porcentaje de honorarios derivados de los sobrecostes de la obra que pasó de estar presupuestada en algo menos de seis millones a costar nueve. El primer edil no concretó si el Ayuntamiento ha respondido a la reclamación judicial del arquitecto de honorarios pendientes con otra acción judicial. Dolón recordó que así se anunció en junta de gobierno la anterior Corporación presidida por José Manuel Dolón (Los Verdes). No está claro que los servicios jurídicos la presentaran. También sugirió que el arquitecto debería pedir esos honorarios a la empresa adjudicataria -Acciona ya aclaró al anterior gobierno municipal que consideraba que le había abonado al arquitecto todo lo estipulado en su contrato-.

Desglosado

El importe total exacto de la revisión asciende a la cantidad de 79.584 euros, desglosados en tres apartados. En primer lugar, las «revisiones» de maquinaria escénica, fontanería, electricidad, aires acondicionados, sistemas de seguridad y limpieza de la fachada por 12.115 euros. En segundo lugar, el «mantenimiento nuevo», que contempla la revisión anual eléctrica y revisión anual sistemas de seguridad por 2.444 euros. Y en tercer lugar, las reposiciones de material defectuoso como cámara negra y ciclocámara, y sobre todo el aire acondicionado y focos iluminación artística desfasados: en total otros 65.020 euros.

Durante el periodo de casi cuatro años en los que ha permanecido cerrado el Teatro, sí se mantuvo el mantenimiento de ascensores, bombas de achique y de extintores, pero no así de esa maquinaria escénica, aires acondicionados, sistemas de seguridad, sistemas eléctricos y fontanería. Para la realización del informe se han tenido en cuenta tres apartados distintos: por un lado, las revisiones de todos los elementos que conforman la instalación general del Teatro, que según el técnico responsable del recinto «no se habían venido realizando durante el cierre» y que ascienden a 12.115 euros. Se trata de maquinaria escénica, fontanería, electricidad, aires acondicionados, sistemas de seguridad y limpieza de fachada. El segundo grupo de presupuestos está dedicado a los contratos de mantenimiento de periodicidad anual que no estaban actualizados, como son los de revisiones eléctricas y de los sistemas de seguridad. Por último, hay un tercer grupo de presupuesto formado por materiales que hay que reponer obligatoriamente, ya que, al no estar en uso, «se han ido deteriorando de tal manera que hacen imposible su utilización» como la cámara negra y ciclocámara, aires acondicionados y focos iluminación artística. El importe total de este apartado asciende a 65.025 euros, sin contar con el resultado de la revisión de la maquinaria escénica, que se está realizando ahora.

Dolón espera que todas estas obras, puedan llevarse a cabo «en el menor plazo de tiempo posible». El primer edil aseguró que este escenario a la hora de abordar la reapertura era el esperado. En campaña electoral el PP llegó a asegurar que podría abrirse el teatro el día después de su investidura.

Los mismos obstáculos que en el anterior mandato

Dolón va reconociendo ahora las mismas trabas con las que se encontró el anterior alcalde para abrir el auditorio

Eduardo Dolón quiso hablar ayer de lo que es está claro que es necesario para abrir el Teatro Municipal. No quiso abundar en lo que lo que no está claro: qué hay que hacer para obtener la licencia de apertura. En este último caso dijo que hay que esperar cómo evoluciona el procedimiento judicial que supuestamente ha interpuesto el arquitecto. Y el que habría iniciado el Ayuntamiento contra este técnico. El recinto carece de licencia porque no cuenta con final de obra firmado por el arquitecto contratado por Acciona. El Teatro estuvo funcionando sin final de obra entre 2006 y 2015. El final de obra, es el requisito que exige la Oficina de Certificación Administrativa (OCA) contratada por el Ayuntamiento para conceder la autorización. El arquitecto se niega a firmar el final de obra y da a entender que no lo hará hasta recibir unos honorarios -unos 140.000 euros- que considera que le adeuda el Ayuntamiento, aunque la obligación retributiva es de la empresa adjudicataria Acciona. Todo eso ya lo explicó, con frases casi idénticas, y en varias ocasiones el anterior gobierno municipal. Sin embargo, eran argumentos que para el Partido Popular no servían a la hora de explicar la falta de reapertura. De hecho, Dolón hizo algunas declaraciones en su comparecencia que podrían ponerse en boca del anterior primer edil José Manuel Dolón (Los Verdes). Por ejemplo: «No podemos abrir el Teatro sin garantizar la seguridad» o las que hizo en referencia al hecho de que el Teatro no puede abrir sin licencia.

El alcalde dijo ayer que necesita comprobar si el Ayuntamiento ha actuado judicialmente para reclamar el final de obra -dijo ayer que desconoce si los servicios jurídicos lo han tramitado-. También indicó que debe «estudiar» la forma de obtener la licencia de apertura. Fórmula, ha asegurado en otras ocasiones, que ya tiene.