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La primera granja marina de Torrevieja contempla una inversión de 9,4 millones

El proyecto presentado por una multinacional canadiense prevé la producción de 8.000 toneladas anuales de dorada y lubina en 102 jaulas sobre una superficie de 220 hectáreas - La empresa está tramitando la autorización de la Generalitat

La primera granja marina de Torrevieja contempla una inversión de 9,4 millones

La instalación de la primera granja marina en aguas de Torrevieja contempla un inversión de 9,4 millones de euros desde ahora al año 2022, según el proyecto presentado por la empresa Gramabasa ante la Generalitat Valenciana. El proyecto está concebido para la producción anual de 8.000 toneladas de doradas y lubinas.

Si la firma logra el visto bueno administrativo a la iniciativa se ubicarán en distintas fases 84 jaulas de producción (engorde) de 38 metros de diámetro y 120 de perímetro y con 13.000 metros cúbicos de capacidad cada una. Son las jaulas de mayores dimensiones que existen para este tipo de producción de lubinas y doradas. Además de 18 jaulas comerciales de 1.600 metros cúbicos de capacidad y 16 de diámetro. En total ocuparán una superficie más sobre del dominio público marítimo terrestre de 2,2 millones de metros cuadrados: el equivalente a 220 campos de fútbol.

La granja está diseñada en el proyecto técnico, que acaba de exponerse al público, entre 3.600 y 4.400 metros de distancia del puerto de Torrevieja -según la alternativa que se seleccione finalmente. De norte a sur formaría un rectángulo en el espejo de agua del mar de casi 3.000 metros de largo por 800 de «ancho» -una línea en paralelo a la costa entre el paseo de Juan Aparicio y las calas de Torrevieja- con anclajes a 47 metros de profundidad. Entre los desembolsos más importantes del presupuesto, además del previsto para el personal, figura el sistema de balizamiento del perímetro de las jaulas para la señalización para advertir al tráfico marítimo.

La promotora justifica las grandes dimensiones del proyecto en la necesidad de reducir los costes de producción «manteniendo el estándar de calidad» frente la fuerte competencia de otros productores del mediterráneo oriental, algo que solo se puede alcanzar con una producción máxima de 8.000 toneladas al año.

Los peces se crían en las jaulas flotantes a mar abierto. En primer lugar se introducen los alevines -en este caso transportados desde el criadero que la firma tiene en Mallorca- con solo de 15 a 20 gramos. Son alimentados a través de medios mecánicos -se evita hacerlo manualmente- con harinas de pescado, aceites de pescado cereales y vitaminas, en un procedimiento que debe estar supervisado por buzos. Para criar el máximo previsto de 8.000 toneladas anuales son necesarios 15.000 toneladas de estos piensos. La granja requiere además la contratación de veterinarios, biólogos, patrones de embarcación, marineros y alimentadores. La talla comercial que deben alcanzar doradas y lubinas se sitúa entre los 400 gramos y el kilo. Tamaño que pueden alcanzar entre el año y los tres años de vida. Los peces son sacrificados por hipotermia -en agua y hielo- para evitar el estrés que se produce, con métodos de captura más agresivos y que provocan una merma en la calidad del pescado. Entre el sacrificio, procesado en tierra y venta al por menor no pasan 24 horas.

La promotora del proyecto es Gramabasa, pertenece al Grupo Culmarex, a su vez adquirido en 2001 por la empresa canadiense Cooke Aquaculture -primera productora mundial de salmón-. Cuenta con otras instalaciones similares (y proyectos de ampliación en tramitación) en Santa Pola, Altea y San Pedro del Pinatar (Murcia), entre otros y produce desde hace 25 años.

La firma registró el proyecto a la Generalitat a principios de 2018, tal y como avanzó esta edición. En ese momento no se desvelaron más detalles. En un su programa de actuación contemplaba este año 2019 como el de inicio de unas actuaciones que finalizarían en 2022 , con el despliegue de toda la capacidad de producción y número de jaulas. En el momento actual de tramitación todo parece indicar que la autorización será más compleja y no se cumplirán esos plazos.

Impacto ambiental

La propuesta debe superar el requisito de la evaluación de impacto ambiental: Los principales problemas ambientales derivados de la producción en granja marina se derivan de la descarga de nutrientes en dilución -fósforo, carbono, y nitrógeno-. El alimento no ingerido -entre el 5 y 10% del total-, la excreta de las especies cultivadas, los ejemplares muertos y los productos empleados en las operaciones de cultivo.

Además este importante foco de alimentación artificial atrae a otras especies de peces, aves y mamíferos. Algo que también modifica la composición del lecho marino. En el caso concreto de este proyecto las jaulas se ubicarían a unos dos mil metros de la zona protegida por la presencia de una importantísima pradera de posidonia.

La firma detalla distintos mecanismos para minimizar al máximo, a su juicio, estos impactos. El proyecto no recoge la zonificación de reserva marina de Torrevieja que tramita la Generalitat cerca de la propia granja marina -posterior a la presentación del proyecto de esta multinacional canadiense-.

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