Más de cien ejemplares de atún rojo en avanzado estado de descomposición fueron avistados el miércoles a escasos metros de la costa en el litoral de la Vega Baja, entre Guardamar del Segura, Torrevieja, Orihuela Costa y Pilar de la Horadada, según ha desvelado a INFORMACIÓN el portavoz de la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), Pedro García. Muchos de los cuerpos de estos animales habían recalado ayer ya en las playas de la Vega Baja.

En este sentido INFORMACIÓN ha confirmado que en el caso de la costa oriolana algunos de los atunes en estado de descomposción no han sido recogidos de la arena. Los animales desprenden un fuerte hedor y los residuos orgánicos se mezclan con la arena. La playa de Campoamor permanecía abierta y con bandera verde. En este tramo litoral se alternaban los restos de residuos del arrastre de la gota fría, con los de los animales muertos, según el testimonio usuarios de la playa recogidos ayer por este diario.

La aparición de estos animales muertos ha generado en los últimos días un problema de salubridad en la vecina Región de Murcia, donde se han cerrado varias playas de la Manga al uso público. Alguno de estos atunes muertos ya se encuentra varado en la orilla de las playas de Mil Palmeras, entre Pilar de la Horadada y Orihuela.

Los ejemplares proceden de una granja de engorde de San Pedro del Pinatar. En un principio, la mortandad se habría producido a causa del temporal y la gota fría, pero es algo que la empresa responsable de la explotación no ha aclarado oficialmente. En Murcia están siendo retirados por varios camiones de recogida.

Pedro García alertó de la necesidad que las administraciones de los municipios afectados se pongan alerta para que los túnidos sean recogidos de forma inmediata de las playas o en el mar antes de que se puedan convertir en un problema sanitario.

Al principio de este episodio de mortandad, hace casi una semana, los atunes que aparecieron en las playas eran frescos y algunos usuarios de las playas aprovecharon para filetearlos y llevárselos en bolsas pese al riesgo para la salud. Los ejemplares avistados en la costa alicantina presentan un avanzado estado de putrefacción.

Los atunes son de gran tamaño, entre 150 y 200 kilos. Fueron capturados en estado salvaje en el mar de Baleares y luego trasladados a la granja de engorde de San Pedro del Pinatar de la empresa Ricardo Fuentes e Hijos, para ser exportados a mercados asiáticos, en especial el japonés, a finales de año.