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Torrevieja

Un supuesto caso de acoso laboral agrava la división interna del PSOE de Torrevieja

El alcalde activa el protocolo para situaciones de «mobbing» a petición de la secretaria del grupo socialista, quien señala a la edil Serrano

Un supuesto caso de acoso laboral agrava la división interna del PSOE de Torrevieja

El alcalde Eduardo Dolón (Partido Popular) ha instado al responsable del departamento de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Torrevieja a que active el protocolo establecido por la administración local para situaciones de «mobbing» o acoso laboral. La solicitud procede de la secretaria de grupo del PSOE y personal eventual, Simona Roxana Berenyi, y en ella se señala a la edil socialista Fanny Serrano.

La petición no deja de ser el enésimo episodio de la grave división interna que atraviesa el grupo socialista y la asamblea local desde que comenzó el actual mandato. Conflicto en el que la principal decisión de la dirección del PSPV ha sido esperar que escampe, y en el que el portavoz y alcaldable el pasado mayo, Andrés Navarro, se ha quedado en minoría con el edil Andrés Antón, frente al resto de los concejales: Ana Pérez, Fanny Serrano y Rodolfo Carmona, que siguen las directrices del PSOE.

El alcalde ha adoptado la resolución, firmada el lunes día 24, a instancias de un escrito suscrito por la secretaria del grupo socialista en donde «refiere unos hechos ocurridos el pasado día 10 (de septiembre) que pudieran ser constitutivos de presunto acoso», dice Dolón. El enfrentamiento, en el que la conversación subió de tono, según coinciden ambas partes, surgió cuando la secretaria de grupo «entendió» que una de sus funciones era la de recoger y firmar las notificaciones que reciben los ediles del grupo. Según la versión de la secretaria descrita al alcalde, el 30 de agosto Serrano le pidió por teléfono que no retirara las notificaciones a su nombre. La asesora añade que se «disculpó» e intentó «devolverlas (al personal eventual) de Alcaldía y le dijeron que una vez firmados los recibís, las notificaciones no se pueden devolver». El día 10 de septiembre la edil acudió al despacho de la secretaria y, sin más testigos, le pidió que firmara un papel con su nombre y DNI para «solventar el problema que había creado». Berenyi dice que se negó a firmar y comenzó «a temblar» y sentirse «muy incómoda por las formas en las que (Serrano) me hablaba».

Temblar

Ante el intento de Simona de salir, la misma afirma que Serrano se puso delante de la puerta. «No quería dejarme salir de ninguna manera», continúa en el relato de su versión de los hechos, «le gritó» y le dijo que no se iba a ir «hasta que no se solvente el problema». La secretaria asegura que la concejala Serrano continuó insistiendo hasta que se marchó cuando accedió al despacho el también edil socialista Andrés Antón.

Fanny Serrano explicó ayer por su parte que desde el primer momento de constitución del Ayuntamiento, en el mes de junio, comunicó por escrito el medio y las formas para las notificaciones personales. «No autoricé a ninguna persona para que las recogiera en mi nombre. El conflicto lo ha generado el personal eventual de Alcaldía y en ningún momento he tenido ningún problema con la señora Berenyi. Salvo su actitud de no reconocer el error cometido y no solventarlo», aseguró la edil. Añadió además que ella misma grabó parte de la conversación con la secretaria del grupo en vídeo por el tono en el que estaba empleando Simona Berenyi con ella.

«Me avergüenza que se haga uso fraudulento del concepto de acoso laboral y más aún que se haga por motivos espurios relacionados con la rivalidad política», agregó la edil Serrano quien califica de «inconcebible que un alcalde bajo cuyo mandato el Ayuntamiento ha recibido sentencias condenatorias por acoso laboral se preste a estos entresijos políticos». Serán los técnicos quienes han de valorar ahora si se activa un protocolo que se inicia cuando se dan repetidas y continuadas situaciones susceptibles de constituir acoso, muy rara vez por situaciones aisladas y sin vinculación jerárquica entre la partes.

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