El Teatro Circo de Orihuela trata de recuperarse de los daños sufridos por la gota fría y las inundaciones que lo dejarán inutilizado durante el próximo trimestre. La Concejalía de Cultura ha dejado de programar actos en este espacio cultural hasta que esté en condiciones de uso. Las lluvias torrenciales han afectado a la fachada, con la rotura del escudo que la preside, de cartón piedra, por lo que la zona se encuentra vallada y los operarios trabajaban ayer en su arreglo. Además, en el interior se levantó el parqué en varias filas de asientos. No obstante, la edil del área, Mar Ezcurra, quiso enviar un mensaje de tranquilidad «porque los informes que han hecho los técnicos y arquitectos descartan que haya daños estructurales, que era lo que nos preocupaba».
El sótano del Teatro Circo se inundó, como ocurrió con la plaza donde se sitúa, y se han perdido varios elementos de atrezzo y lonas. Las butacas quedaron humedecidas, pero han podido secarse y no necesitarán cambiarse. «Hemos contratado a arquitectos del MARQ y están actuando rápidamente, así que espero, si los trámites administrativos lo permiten, tener nueva programación el primer trimestre de 2020», explicó Ezcurra.
Otras instalaciones culturales han sufrido los efectos de la gota fría. En el Museo de la Muralla un cartel indica que se encuentra cerrado tras haberse estropeado el sistema eléctrico al filtrarse agua, aunque ya se ha arreglado y unos deshumidificadores están quitando la humedad interior. Las ruinas no se han visto afectadas por lo que en unos días podrá abrirse de nuevo. En la Sala Museo San Juan de Dios se filtró el agua por las paredes y sigue cerrado hasta que se vaya la humedad, que no ha estropeado ninguna de las obras expuestas, como La Diablesa.
Más daños ha sufrido la Casa Museo de Miguel Hernández al desprenderse parte del techo en la zona de la cocina. «Pudimos sacar todos los muebles, y el patio y el huerto están bien por lo que estamos valorando permitir las visitas en esa zona», indicó Ezcurra. Junto a este museo está el inmueble de la Fundación Miguel Hernández cuyo sótano quedó anegado. «Hemos perdido unos 4.000 libros editados por la Fundación , pero no son primeras ediciones, así como carteles desde 2002, cds y marcos de exposición», explicó el responsable de la Fundación, Aitor Larrabide, quien añadió que el archivo hernandiano y lo más valioso «están a buen recaudo» y no han sufrido daños. Gracias al papel secante pudieron salvar 400 hojas de documentación administrativa.
