Casi el 50% de la basura que generamos, la orgánica procedente de restos de comida, puede convertirse en compost -abono para huertos y jardines- y la otra mitad del contenido -papel, cartón, vidrio y plásticos.- puede ser reciclado una vez separado. Algo que demuestran a diario desde hace unas semanas las familias de San Miguel de Salinas que eliminan sus residuos orgánicos en las composteras que el Ayuntamiento ha ubicado en el patio del Centro de Información Juvenil y que se van a extender a otras dependencias públicas. Es una experiencia pionera en la provincia. Y que anticipa el futuro de la gestión de residuos: La desaparición de los vertederos convencionales, los que terminan enterrando la basura en el subsuelo.
Familias de San Miguel se han puesto de acuerdo de forma voluntaria para realizar la labor de compostaje en turnos y de forma comunitaria. La iniciativa es fruto de la I Semana Verde organizada en el municipio por la Concejalía de Medio Ambiente y Residuos del Ayuntamiento, la Asociación de Vecinos «San Miguel Arcángel», Ecologistas en Acción y la Plataforma Comarcal «Residuo Cero».
Las composteras están ubicadas en el recinto del Centro de Información Juvenil. A ésta, seguirá la instalación de otras composteras en las próximas semanas en el Instituto de Secundaria «Los Alcores», el colegio de primaria «Gloria Fuertes», la Escuela Infantil «Maestro Enrique» y en otros puntos de la población, donde los vecinos lo soliciten. La única exigencia de las composteras es la aportación de capas de podas vegetales para deshidratar la basura orgánica. Otra forma de reciclaje porque también se la da «salida» a las podas.
La puesta en marcha y el procedimiento del compostaje será tutelado por la profesora Teresa Fernández de la Universidad Miguel Hernández (UHM). El compostaje es un procedimiento de la economía circular mediante el cual los residuos orgánicos de nuestra basura doméstica, primero debidamente separados en el domicilio, son sometidos a un procedimiento biológico controlado de oxidación aeróbica mediante el cual se obtiene el abono.
De esta manera, se completa «un ciclo natural y devolvemos a la tierra, en forma de abono, los frutos que hemos obtenido, previamente, de ella», según explica el presidente del colectivo vecinal, Manuel Gómez. Esta técnica permite el reciclado de los residuos orgánicos de nuestra basura, que supone un volumen cercano al 50% de los residuos de la bolsa de basura, y permite, a su vez, un mayor reciclado del resto de las fracciones al quedar libres de la contaminación generada por el contacto con los residuos orgánicos cuando van juntos en la misma bolsa. Junto al compostaje voluntario que los vecinos pretenden mantener «sine die» durante la I Semana Verde de San Miguel se impartieron una serie de charlas impartidas en los centros educativos con el título de «Alternativas a la gestión actual de la basura doméstica», una exposición de obras de arte realizadas con restos de basura y una jornada de limpieza del entorno urbano dirigida a concienciar a la población de la necesidad de mantener aseado el espacio público y el entorno natural, muy contaminado por los vertederos ilegales. Con estas charlas las entidades impulsoras de estas jornadas animan a la ciudadanía a que se implique en la separación en el hogar de las diferentes fracciones de la basura doméstica, a participar en la experiencia de compostaje comunitario y a mantener la limpieza del espacio urbano y el entorno natural.
Hacia el residuo cero
La legislación europea y la autonómica apuestan por un tipo de tratamiento de basuras que ponga en marcha plantas de compostaje a gran escala en municipios grandes, además de la separación específica de la basuras orgánica, ya sea con recogida puerta a puerta o con su vertido con un control específico -por ejemplo con dispositivos de cierre- en los contenedores marrones.
