La "puesta en valor" de la ciudad amurallada y castillo de Guardamar ya es una realidad, según el equipo de gobierno, tras la inversión de un millón de euros aportados por el municipio y los fondos del programa FEDER a través de la Generalitat. El plan combina investigación arqueológica, reconstrucción de murallas y acondicionamiento del espacio interior del recinto declarado Bien de de Interés Cultural (BIC) para que pueda "ser visitado, conocido y valorado todavía más". "Queda mucho por hacer, por descubrir y acondicionar, pero hemos dado un paso muy importante para que Guardamar se coloque a la cabeza del turismo histórico del sureste español", indica la edil de patrimonio Pilar Gay.

La concejala y el alcalde, José Luis Sáez, visitaron el enclave histórico "para conocer el estado de los trabajos" donde comprobaron que "el proyecto se encuentra ejecutado" y dispone desde la semana pasada de un "centro de interpretación y atención al visitante".

El inmueble es una estructura de madera revestida, prefabricada y reversible (preparada para su cambio de ubicación si es necesario), de unos 40 metros cuadrados y en su interior se colocarán de paneles iluminados que explicarán la historia de la ciudad amurallada. Su ubicación se encuentra en la actual entrada al recinto histórico coincidiendo con el trazo de la muralla norte, en un lugar estratégico para disminuir el impacto visual que produce el deposito de agua potable que se instaló en el lugar en los años 60.

La plataforma interior del recinto está cubierta tras los trabajos con graba con el objeto de conservar los restos arqueológicos todavía no excavados y permitir el uso público. Además han sido acondicionados una serie de senderos con placas prefabricadas destinadas al paso de los visitantes. También han sido instalados sistemas de iluminación interiory reforzado el sistema de cámaras de vigilancia.

Descubrimientos visitables

Tras la actuación y una vez que se pongan en marcha "en breve" las visitas guiadas por la ciudad amurallada y castillo de Guardamar este BIC será "más comprensible para todos y se podrán conocer "in situ" los descubrimientos arqueológicos de los últimos meses así como la reconstrucción en parte de la muralla".

Las intervenciones realizadas han descubierto restos de muralla datadas entre los siglos XIII y XIV. La más antigua es medieval cristiana de 2.30 metros de ancho y de 1, 5 metros de altura de la cual apenas se tenían datos. Otro hallazgo importante es la parte inferior de la torre campanario fortificado de la antigua iglesia renacentista y de lo que fue la entrada a la ciudad amurallada en el siglo XVIII, junto a la cual se sitúa un foso. Los investigadores tratan de confirmar en este momento si un espacio localizado en la muralla oeste es la puerta de entrada del siglo XIII. Además han sido localizadas cerámicas romana, ibérica, fenicia, griega, islámica y bajomedieval, revuelta y muchas veces reutilizada en mejoras de la muralla posterior que están siendo estudiadas.