La Asociación de Hijos de la Inmaculada ha comunicado públicamente el robo de dos cruces pectorales de la imagen de la patrona de Torrevieja, la Inmaculada Concepción. El robo se produjo durante al madrugada del viernes al sábado. Según la nota de prensa las cruces no tienen un gran valor económico aunque sí "sentimental".

Unos hechos que la Asociación Hijos de la Inmaculada "lamenta profundamente". Según el relato de la asociación religiosa durante la madrugada del viernes al sábado "un hombre accedió al Templo Arciprestal", llegó hasta la puerta trasera del Museo de La Purísima, reventó la cerradura y se introdujo en el interior. Allí forzó el cierre de una de las vitrinas de la exposición, llevándose dos cruces pectorales "que pese a no tener valor económico alguno, sí que poseen un enorme valor sentimental para el pueblo de Torrevieja".

Una de esas cruces es la que "la virgen usa de ordinario durante su estancia en el camarín y la otra es la conocida como 'del Pavo Real' y que suele portar en momentos destacados del calendario litúrgico", según las mismas fuentes.

El robo ha sido denunciado ante la Guardia Civil que "ya investiga lo ocurrido usando, entre otros medios, las grabaciones de las cámaras de videovigilancia con las que cuenta el Templo y que han registrado los hechos".

El párroco de La Purísima, Manuel Martínez y el presidente de los Hijos de la Inmaculada, Antonio Aniorte, hacen "un llamamiento a aquellos establecimientos de compraventa de antigüedades o artículos de segunda mano para que estén atentos si alguien trata de ofrecerles alguna de estas piezas" y piden la colaboración ciudadana "si alguien dispone de algún dato, para que lo informe inmediatamente a la Guardia Civil de Torrevieja".

Aniorte ha asegurado que "este robo debe ser entendido como un robo al conjunto del pueblo de Torrevieja que es quien le regala a su patrona los atributos que luce" y pide encarecidamente a quien lo ha sustraído, ante el hecho de su nulo valor económico, que lo devuelva cuanto antes "para que los devotos de La Purísima podamos sentirnos reparados en el único daño que puede generar, que es el sentimental".