La borrasca Gloria ha impulsado la demanda a la salinas de Torrevieja de sal para el deshielo de carreteras. La imagen de la «cola» de camiones de gran tonelaje en espera de la carga de sal en el acceso a las instalaciones salineras desde la variante de la N-332 todavía no se había producido este invierno. Algo que cambió a mediados de la semana pasada. Ahora parten desde Torrevieja en torno a 700 toneladas diarias en camiones para el mercado nacional, según explicó a INFORMACIÓN el director de la salinera, Joseph Pérez. Es especial, con destino servicios de conservación de carreteras, administraciones y ayuntamientos. Lo que se traduce en el trasiego de una media de veinte camiones de gran tonelaje.

Es un repunte que se produce cada vez que un temporal de nieve azota la península. Pero estos pedidos de sal, aunque importantes para la Nueva Compañía Arrendataria de las Salinas de Torrevieja (NCAST), no son relevantes con respecto a la producción anual de las salinas.

En lo que va de ejercicio -de agosto a agosto- la NCAST ha exportado por vía marítima 140.000 toneladas con destino al deshielo de carreteras, y otras 22.000 para el mercado nacional (para el mismo uso de deshielo). La sal para el deshielo torrevejense es muy apreciada en el mercado por su procedencia marina. Cuenta con muy bajo residuo de sulfatos y yesos, lo que genera un impacto ambiental más reducido y menor corrosión del asfalto. La sal es además, y con diferencia, el material fundente más económico y eficaz. En realidad, la sal no «derrite»la nieve. Lo que permite es que el agua no se solidifique en forma de hielo, reduciendo la temperatura de congelación. De ahí que sea especialmente efectiva esparcida sobre la carretera antes de que nieve y se hiele. El compuesto de sal y agua tiene temperatura de congelación muy inferior al del agua normal: 21 grados bajo cero.

Pérez explica que pese a la apariencia de dureza del temporal «Gloria» la mayor parte del otoño e invierno ha sido tranquilo y las reservas de sal -un producto que no caduca- se habían mantenido sin variaciones en almacenes y silos de las carreteras españolas, con acopios que incluso se pueden mantener en buenas condiciones de año en año.

Torrevieja tiene una posición dominante en ese mercado porque es una de las pocas salineras europeas que puede abastecer grandes volúmenes de sal marina, gracias a su singular método de extracción durante todo el año, que otras explotaciones, deben reservar para otros usos.

Las salinas pueden producir en un ejercicio medio en torno a 600.000 toneladas de sal marina. Solo una pequeña parte se usa para sal de mesa. Otras remesas mucho más importantes se destinan a salazones, curtido de pieles y la industria química. La NCAST, del Grupo Salins, con 80 empleados, ha cumplido con sus clientes tradicionales pese al impacto en los niveles de agua y concentración de salmuera por gota frías desde finales de 2016.